Copenhague.- El Instituto Karolinska de Estocolmo repartió su Nobel de Medicina 2020 entre tres virólogos, los descubridores del virus de la hepatitis C, cuyo trabajo sirvió para «resolver un problema sanitario global».

Dos estadounidenses, Harvey J. Alter y Charles M. Rice, y el británico Michael Houghton compartieron los honores del primero entre los galardones de esta ronda 2020, al que seguirán en los próximos días los de Física, Química, de Literatura, de la Paz y finalmente el de Economía.

Este primer anuncio de los Nobel, que al igual del acto de entrega de todos los premios, el 10 de diciembre, se produce en formato virtual y restringido por la pandemia, tenía ya una lectura orientada al coronavirus, por ir destinado a tres virólogos.

Su investigaciones permitieron que «ahora existan análisis de sangre altamente sensibles para el virus que prácticamente han eliminado la hepatitis por transfusión en muchas partes del mundo y han mejorado así considerablemente la salud global», según la explicación del Instituto.

Alter nació en Nueva York, y ejerció durante años en la Universidad de Georgetown, hasta que en 1969 regresó a los Institutos Nacionales de Sanidad (NIH) para incorporarse al Departamento de Medicina de Transfusión del Centro Clínico, donde fue jefe de Estudios Clínicos y Director Asociado de Investigación.

Fue codescubridor del antígeno Australia, clave para detectar el virus de la hepatitis B y más tarde encabezó un proyecto en el Centro Clínico de los NIH en el marco del cual se creó un almacén de muestras sanguíneas utilizadas para descubrir las causas y reducir el riesgo de hepatitis asociada a las transfusiones.

Alter, nombrado en 2002 miembro de la Academia Nacional de Ciencias (NAS) y del Instituto de Medicina de Estados Unidos, fue investigador principal de estudios para identificar la hepatitis C y hoy sigue estudiando los riesgos de contagio por transfusiones de sangre, centrado ahora en otros agentes más allá de este virus.

Su colega Houghton es nacido en Reino Unido, se doctoró en 1977 en el King’s College de Londres, y se trasladó a ejercer a California en 1982 y de ahí en Canadá, donde ha continuado prácticamente toda su carrera, al frente del departamento de Virología de la Universidad de Alberta.

Junto con su equipo, identificó la secuencia de fragmentos de ADN a partir de ácidos nucleicos que se encuentran en la sangre de un chimpancé infectado. La mayoría de estos fragmentos provienen del genoma del propio chimpancé, pero los investigadores predijeron que algunos se derivarían del virus desconocido, lo que permitió su localización.

Rice, nacido en 1952 en Sacramento (Estados Unidos), ejerce desde 2001 en el Centro de Estudios de la Hepatitis C de la Universidad Rockefeller.

Desde su laboratorio, considerado puntero en los estudios del virus, se ha investigado la replicación del virus y las respuestas inmunes innatas que limitan la infección. Su grupo también está desarrollando nuevos modelos experimentales en animales y en cultivos.

Los tres investigadores se repartirán la dotación del Nobel, que este año aumentó a 10 millones de coronas suecas -un millón más respecto a 2019- (956.876 euros, 1.121.533 dólares), a repartir en caso de más de un galardonado.

Como el resto de los Nobel, el premio de Literatura se entrega el 10 de diciembre, aniversario de la muerte del fundador, Alfred Nobel. No habrá gran ceremonia, sino dos actos simbólicos, uno en Estocolmo, para los premios científicos, de literatura y economía, mientras que el de la Paz se celebra en Oslo.

 

EFE

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