Teherán.- La violencia que se ha vivido en el centro de Teherán durante las seis últimas noches por choques con las fuerzas de seguridad en las protestas por la muerte de Mahsa Amini se ha expandido a otras zonas de la capital donde no había manifestaciones, explicaron hoy a Efe varios testigos.

Varias personas narraron a Efe cómo efectivos de las fuerzas de seguridad aparecieron pegando tiros al aire, lanzando gases lacrimógenos y golpeando a los viandantes.

“Agentes de seguridad, con diferentes uniformes, aparecieron y empezaron a disparar al aire”, narró a EFE una residente de Teherán, que se encontraba en la tarde de ayer en una zona comercial del norte de la ciudad para tomarse un café. Su mujer y su hija de 18 años se escondieron, pero fueron descubiertas.

“Empezaron a golpearnos con la porra. Trate de que no golpeasen a mi hija y me pusieron una pistola en la cabeza y con la porra me dieron en la cara”, explica la mujer.

Una vez que los agresores se fueron, se dirigieron a un hospital, adonde las llevó un desconocido en su coche.

Las dos mujeres tenían moratones en el cuerpo y la hija un brazo dolorido.

Otra persona, una mujer joven, narró a EFE como aparecieron motoristas disparando al aire en la zona donde se encontraba.

Hasta entonces en esa área, también del norte de Teherán, no se habían producido disturbios ni incidentes.

“Empezaron a disparar al aire y a lanzar gases lacrimógenos”, contó la joven.

Esas experiencias contrastan con las marchas progubernamentales en las que este viernes han participado miles de iraníes en varias ciudades en contra de las protestas por Amini, que han dejado al menos 17 muertos en más de 20 ciudades.

Amini fue detenida el martes de la pasada semana por la llamada Policía de la moral en Teherán, donde se encontraba de visita, y fue trasladada a una comisaría para asistir a «una hora de reeducación» por llevar mal el velo.

Murió tres días más tarde en un hospital adonde llegó en coma tras sufrir un ataque al corazón, que las autoridades han atribuido a problemas de salud, algo rechazado por la familia.

«La causa de las protestas es América», gritaron hoy en la Universidad de Teherán los manifestantes pro régimen, en gran parte hombres, tras el rezo de los viernes.

También lanzaron eslóganes a favor del líder supremo de Irán, Ali Jameneí, y el ayatolá Ruholá Jomeiní, además de los habituales «Muerte a América» y «Muerte a Israel».

«Yo estoy en contra de los disturbios, estamos en un país islámico y el hiyab es parte de las leyes», dijo a Efe una manifestante de 50 años, ama de casa y madre de dos hijas.

El clérigo Esmaíl Pahlevan afirmó que los manifestantes «están atacando los chador (una prenda negra que cubre todo el cuerpo) de nuestras mujeres» en las protestas.

«Dios ha ordenado que las mujeres lleven el hijab y lo deben llevar», dijo.

La televisión estatal IRIB informó ayer de la muerte de 17 personas en los choques, mientras que grupos de derechos humanos con sede en Europa elevaron la cifra a 31.

El Gobierno esta restringiendo fuertemente internet, con las redes móviles cortadas desde las nueve de la noche hasta por la mañana los dos últimos días.

 

EFE

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