Ciudad Guayana. La llegada de la Navidad marca el principio del término del fin de año, pero a la vez, el camino para transitar en una especie de “galaxia de tecnología” que año a año nos invita a seguir siendo “los niños de siempre” en la feliz época.
Ello porque como crecemos de niños a jóvenes luego a adultos, para terminar con la vejez –los que puedan llegar- también lo hacemos viendo cómo crece en la Navidad, la magia tecnológica que nos arropa, bien sea en nuestro propio sector de habitación, o lo que podemos ver en otras instancias, ya sea en nuestro mismo país, o mejor, en los otros países.
Atrás quedan las luces que prendían y apagaban conforme se iba formando el camino del árbol de la Navidad ya dispuesto, con todo y sus “completos jugueticos” que podrían ir de otros con cascadas lumínicas y más aún, sonoras repercusiones para llamar la atención.
Arriba, la estrella que luce imponente, generalmente con luces blancas férreas, haciendo juego con las de color que dan vuelta al árbol, o bien tienen intención de “caída libre” para hacernos pensar en esta estancia como una especie de descanso mental, bien propicio para tal ocasión.
Recordamos entonces, cómo siendo muy natural, Thomas Alba Edison, el inventor de primer bombillo, se le ocurriera poner varios de ellos en una cuerda, lo que entonces iluminó la entrada de su propio laboratorio en la Navidad de 1880, de acuerdo a lo que la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, tiene por historia.
Todo esto en la antesala del “adornar con luces el árbol de Navidad” que instituyó un propio socio del propio Alba Edison, Eward Johnson, lo que se catapultó como realmente, un impresionante avance tecnológico, si se toma en cuenta que el método anterior, eran nada más y nada menos, en rodearlo de velas encendidas.
Costó al principio, sí. Pero ya después todos lo tomaron la idea, logrando pasar de las normales y clásicas luces de bombillos incandescentes a las más modernas de tecnología LED.
Fuegos artificiales
Llegó entonces la receta de los juegos artificiales, donde la propia química es parte de la ciencia de estos, llamados también fuegos pirotécnicos, que nos permiten reconocer la “magia de los juegos artificiales”.
Lanzados con aire comprimido, estos estallan activados por un especial mecanismo, empleado en base a la pólvora, donde se recuerda que la estructura básica de un fuego artificial, consiste en un receptáculo o proyectil relleno de pólvora, que al activarse (mediante el calor) lo hace salir disparado.
Cabe destacar que dentro del receptáculo hay esferas, estrellas o tubos que tienen diferente efecto sobre la explosión: acelerándola, retardándola, suavizándola, intensificándola o enviando los «ingredientes» del pirotécnico en diferentes direcciones…” como se puede conocer en ponencias expresadas sobre el tema.
Decoración tecnológica navideña
Con presente en la Navidad, ya muchas ciudades se presentan por estos días, con la preparación de lo que serán unos verdaderos “espectáculos navideños”, que se lucen por sus impresionantes contenidos de dimensión y amplia gama de colorido destacado, que sencillamente “dejar boqui abiertos” a muchos mortales.
Y en este escenario, la luz, lógicamente, adquiere matice de protagonista, como los que algunas ciudades se han encargado de hacer marco de referencia, como por ejemplo el caso “de la ciudad China de Shanghai, en el que Rolling X, que es una enorme bola de cristal que envuelve un árbol de Navidad, cambia de decoración según el público interactúe con él a través de paneles interactivos…”de acuerdo a lo que se ha escrito sobre estos menesteres a lo largo de las Navidades
Pero la acción no viene sola, sino que se hace con una gama altamente destacada, de fuegos artificiales de cristal, que además se hace con luces tridimensionales a través de lo que es una acumulación de puntos de luz activados por el público, mediante sus teléfonos inteligentes. ¡¡¡Increíble, verdad¡¡¡?.
Y está claro, que hacer frente a China –la descubridora de la pólvora-, en lo que a tecnología se refiere, resulta casi que imposible, y lo que se hace es admirar estos espectáculos de primer mundo.
Se acercan en esta admiración, los ejemplos que se pueden destacar en países como Inglaterra, específicamente en su capital, Londres, donde un árbol de Navidad ubicado en la estación de Kings Cross, que funciona como adaptación al videojuego Line Wobbler, marca el “primer árbol de Navidad apto para ser jugado”.
Sin más, se trata de una exhibición interactiva de seis metros de altura y con nada más y nada menos que 7 mil luces LED.
En Estados Unidos, la capital del mundo, como le llaman a veces a Nueva York, destaca con un altísimo papel protagónico, la puesta en escena –literal- de un espectáculo bien particular denominado “Christmas Spectacular”, la siempre bien montada pieza que interpreta la compañía de baile The Rockettes en el Radio City Music Hall, donde las luces LED, la resolución 8k y la incorporación del mapeo digital son toda una experiencia extra sensorial de primer nivel para el espectador.
Luces por el mundo
Para resaltar también, el empoderamiento que alcanzan empresas en base a la época navideña.
Un especial caso lo representa la empresa española Iluminaciones Ximénez, una entidad cordobesa que decora con 70 millones de luces más de 40 países de los cinco continente, surtiendo luces a ciudades como Madrid, Nueva York, Sydney, Moscú y Malabo (Guinea Ecuatorial), además de convertirse es la creadora del árbol de Navidad más alto de Europa y de Centroamérica.
“Con la iluminación buscamos que las ciudades tengan un retorno directo económico, comercial, turístico y social”, explicó Mariano Ximénez, directivo del Grupo Ximénez.
Las primeras ciudades en encender las luces navideñas lo hacen aproximadamente el 25 de noviembre y las últimas, el 15 de diciembre. Esta decoración suele mantenerse hasta el 7 de enero, según afirmó Ximénez. Los objetivos son, además de decorar, aumentar las ventas de los comercios de la zona, impulsar el turismo y “que el espíritu navideño aflore en los ciudadanos”.
Navidades extrañas, pero Navidades al fin
Destaca también la presentación se hace de la Navidad, en Australia, donde se produce una de las más curiosas del mundo.
¿Por qué?. Porque de entrada, la última parte del año, los australianos la celebran en pleno verano, por lo que pasan tiempo en la playa con su familia y amigos, organizando barbacoas y haciendo muñecos de arena, y como es lógico, al igual que en otras partes del mundo, el 25 y el 26 de diciembre son días festivos en Australia.
Sobre los eventos de Navidad en las ciudades de Australia, uno de los más conocidos es el de Melbourne. Varias miles de personas salen a la calle portando una vela para cantar villancicos el 25 de diciembre.
En Sidney los ciudadanos se reúnen para celebrar el día de Navidad en Bondi Beach. En los últimos años se ha convertido en una fiesta de carácter internacional, a la que acuden personas llegadas de todo el mundo.
Rodrigo Malagón Forero
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