El uso de la leche de cabra o chiva en el recién nacido y el lactante, ha sido muy cuestionada en nuestro medio por cuanto es muy difícil romper con lo que la gente y muchos médicos interpretan sobre su uso en los bebés.
Existen demasiados prejuicios que no se corresponden con la realidad, sin embargo es importante observar los resultados obtenidos en la nutrición de estos infantes, como influye en el crecimiento de ellos y si conviene o no suministrársela como alimentación única o como complemento de la leche materna.
Es obligatorio un análisis profundo del contexto que rodea su uso, y por qué nos vemos obligados a acudir a ella como una opción válida en la alimentación de nuestro pequeño niño en vez de la leche de vaca, sin miedo y con el conocimiento científico de sus propiedades benefactoras, apoyado en el reconocimiento que se hace en otras latitudes que tienen mucho tiempo utilizándola, es más la comercializan en su presentación en polvo (leche pulverizada), como leche completa de cabra.
La lactancia materna es la mejor forma de alimentación, pero si por algún motivo no puedes dar el pecho a tu bebé, ahora cuentas con una buena alternativa leche de cabra para bebés recién nacidos y lactantes.
Las autoridades europeas de Seguridad Alimentaria (EFSA) han aprobado la comercialización de la leche de cabra para bebés, tras comprobar que cumple con todos los requisitos para garantizar un desarrollo completo del recién nacido.Aquí en nuestro país solamente contamos con la forma líquida.
La alimentación ideal del niño en los primeros seis meses de vida debe ser la leche materna exclusiva (alimentación natural), pero la otra alternativa, debido a circunstancias que obligan a tomar otras opciones son: la alimentación mixta (leche materna más formulas artificiales, leche de vaca o leche de cabra) o la alimentación artificial (excluye la leche materna).
Las propiedades nutricionales de la leche de chiva son muy similares a las de las de la leche de vaca, sin embargo tiene algunas particularidades que la hacen una alternativa interesante a la leche de vaca.
-Una de las principales características diferenciales es que la estructura de la caseína, (principal proteína de la leche), es diferente antigénicamente entre la de leche de cabra y la de vaca. Así, muchos niños de entre 0 y 5 años que padecen alergia a la proteína de la leche de vaca (ALV) pueden alimentarse con leche de cabra sin que esta les produzca las manifestaciones negativas que produce la leche de vaca en este tipo de pacientes.
Otra ventaja de la leche de cabra es que sus glóbulos grasos son más pequeños y homogéneos que los de leche de vaca, y esto hace que sean más fácilmente atacados por las lipasas intestinales para su digestión. Por esta razón se habla que la digestibilidad de la leche de cabra es mejor que la de vaca.
Por supuesto que la leche de chiva, como todo producto de consumo masivo debe cumplir con criterios que garanticen su comercialización sin producir daño en quien consuma el producto, para ello deben cumplir con todas las normas higiénicas posibles y los procedimientos físicos tal como la pasteurización con el fin de eliminar gérmenes patógenos, idénticamente como se hace con la leche fresca de vaca, que también se usa esta última en la lactancia de nuestros bebes y que por su bajo contenido de hierro y alto poder osmótico y gran cantidad de grasas y solutos(la leche de vaca), no es recomendable su uso en niños menores de un año(Academia Americana de Pediatría).
Es fácil satanizar a un producto que tiene muchas bondades para una buena alimentación de nuestro niño en crecimiento, y no debe extrañarnos porque lo mismo se ha hecho con la leche materna, aunque usted no lo crea. Lo que debemos analizar aparte es que en una país en crisis, con un muy bajo poder adquisitivo, donde el costo de una fórmula artificial atenta contra el presupuesto familiar, y donde las madres o los que cuidan al niño no tienen otra alternativa que buscar el producto lácteo más económico, recurren al mal uso de la leche completa de vaca.
Lo más lógico sería que se deba preferir la leche de cabra que también es económica, o sea es de fácil adquisición, y es más digerible y con mejores propiedades que la leche completa de vaca. Los que hemos venido echando mano a esta opción hemos tenido grandes satisfacciones, y comprobado en nuestros pacientes lo que ya se ha demostrado en los sitios donde no se le teme a su uso.
Para opinar a favor o en contra debe estar bien documentado y saber de alguna forma una explicación lógica ante lo que se opina, pues una buena anamnesis (interrogatorio) en niños mal alimentados y desnutridos y que sean candidatos al uso de la leche de chiva es necesaria, porque no pocas veces se emiten juicios que tratan de desprestigiar al médico que la indica, sin indagar los hábitos alimentarios y patologías de base que presenta nuestro pacientico.
Yo no defiendo a ultranza el uso de la leche de cabra sino que me apoyo en los resultados en mis pacientes llámese recién nacidos o lactantes menor o mayor. Como todo cambio de paradigmas, siempre hay resistencia y si los resultados buscados no son los deseados por los que estamos a favor del uso de la leche de chiva, somos víctimas de nuestros detractores, olvidando que muchas veces ocurre también que cuando indicamos una fórmula artificial industrializada, también nos vemos forzados a cambiar y rectificamos el rumbo y buscamos la mejor salida para nuestros pacientes, la medicina es así. (No somos dioses, simplemente médicos).
Hasta la próxima.
Dr. Hugo Lezama Hernandez.
Pediatra Puericultor. Egresado de la Universidad de Oriente (UDO).
Miembro de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría.Filial Bolívar.
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