A principios de septiembre, la organización empresarial de ganaderos neerlandeses y el Ministerio de Agricultura, anunciaron un rebrote del virus de lengua azul, el cual se creía erradicado del país en el 2012 después de acabar con un brote surgido en 2006, el cual se detectó en ovejas de 4 granjas de Holanda del sur y Utrecht.

Los síntomas clínicos en ovejas suelen variar dependiendo de la región, pero los más identificables son la fiebre alta, secreción nasal, labios gruesos, heridas, heridas en la lengua, mandíbula y mejillas, además de la lengua de coloración azul que le da el nombre a la enfermedad. Este virus se contagia por la picadura de un mosquito y no es letal para los humanos, pero si puede enfermar mucho al ganado.

A diferencia del brote del 20007, esta variante llamada BTV3 parece provocar síntomas más severos y se esparce más rápido, aunque su índice de mortalidad todavía es un misterio, y la hace muy diferente de las variantes presentes en Italia, Tunisia e Israel, según comenta Melle Holwerda, virólogo del Wageningen Bioveterinary Research. Todavía no existe una vacuna contra esta variante.

Más dificultades para el país

El Reino Unido y miembros de la Unión Europea han decretado restricciones para el comercio de ganado para evitar la propagación de la enfermedad, por lo que están monitoreando de cerca las plagas de mosquitos. La vacunación contra la lengua azul es obligatoria, lo cual deja paralizadas a la empresas ganaderas del país mientras se investiga el brote.

El brote impide por consecuencia el consumo de cualquier animal del ganado y baja significativamente la producción de leche. Se espera que las investigaciones  arrojen resultados en mayo para empezar a vacunar al ganado.

El virus ya paso fronteras

Acaba de ser detectado el primer caso de infección de BTV3 en Alemania, en una granja de ovejas del distrito de Kleve, lo que puede llevar a restricciones del comercio de ganado, similares a las de los Países Bajos, al igual que sus dificultades para tratarla debido a la falta de vacuna. Con esto, es de esperarse que el virus pueda esparcirse por otros países.

 

Veronika Parra (Pasante UBA)

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