La primera edición del NBA In-Season Tournament, que terminó este sábado con Los Angeles Lakers como campeón, ha aprobado con nota, pero si algo hace bien esta liga es sacar conclusiones y aplicar cambios. Todo apunta a que el torneo de 2024 tendrá bastantes alteraciones, tanto en el sistema de competición como en lo estético.
Lo que no parece que vaya a cambiar es que la fase final se organice en la ciudad de Las Vegas, una condición casi indispensable para que los jugadores acepten sumar partidos a su cargado calendario.
El T-Mobile Arena seguirá siendo la sede; pocas alternativas ofrecen tantas opciones de entretenimiento, plazas hoteleras y servicios para participantes y aficionados.
El sistema de competición abierto a modificaciones
La NBA suele probar muchas de sus nuevas iniciativas en su liga de desarrollo antes de llevarlo al gran escenario y este formato de copa ya lo experimentó la G-League. Esta experiencia de 2023 quizás si pueda servir de ‘laboratorio’ para una posterior adaptación que dé más opciones a los 30 equipos de la liga de llegar a la fase final.
Hay posibles cambios que se han comentado en salas de prensa y entre pasillos por los protagonistas de la competición, y muchos de ellos afectan directamente al sistema de competición. Que caigan 22 equipos en la primera fase se antoja demasiado.
Tanto Myles Turner como Tyrese Haliburton, de Indiana Pacers, coincidieron ante los medios en que cruzar a los equipos de ambas conferencias añadiría morbo y atractivo a los partidos, algo que puede suponer un problema de logística añadiendo kilómetros de viaje pero que sí podría aplicarse a la fase de eliminación.
Según Adam Silver, comisionado de la NBA, «todas las sugerencias son bienvenidas».
«Estamos con los brazos abiertos y encantados de compartir impresiones», apuntó en su tradicional atención a los medios en las grandes citas de la NBA.
El otro gran cambio que también surgió del lado de los protagonistas fue el de añadir cuatro equipos más a la fase final en Las Vegas, lo cual incrementaría el número de partidos de eliminación y probablemente las audiencias televisivas, pero iría en contra de los aficionados locales que deberían verlo por la tele o gastarse mucho dinero en desplazarse.
Quizás la idea que unificaría todo sería que la fase de eliminación vaya directamente desde los octavos de final, con 16 equipos clasificados, lo cual haría más llevadera la fase de grupos, sin tanto castigo por perder un encuentro y disputando ese primer cruce dando el factor cancha a los que más lo merezcan.
Para evaluar esta nueva copa de la NBA, pocas voces mejores que la de un campeón como Fabricio Oberto, quien además tiene pleno conocimiento de los torneos FIBA pioneros en estos formatos. El argentino, en declaraciones a EFE, lanzó ideas aplicables desde la próxima edición.
«Hay que ajustar un par de cositas, en las clasificaciones, los cinco equipos del grupo, cómo elegir esos ‘pool’ que vienen de la temporada regular anterior. Que no se tengan en cuenta los puntos obtenidos con los equipos eliminados… Detalles que harían mejorar la competición», sugirió.
Más dinero, la petición de los jugadores
A nadie le resultará extraño que los actores principales de todo esto hayan dicho en múltiples ocasiones durante estos cuatro días que el premio económico está bien, pero podría ser mejor.
Los jugadores de los Lakers se embolsaron 500.000 dólares por cabeza, los de los Pacers 250.000 y cada uno de los semifinalistas se llevaron 100.000 a su casa.
Damian Lillard fue uno de los que abogó por ello y le secundaron más estrellas. Lo que resultó variado fue el destino de ese premio, que algunos dedicarían a organizaciones benéficas, otros lo invertirían y se encontraron diversas alternativas como comprar los regalos de Navidad o ponerlo sobre una mesa de un casino.
Para conseguir más atractivo económico parece obligatorio incrementar el número de partidos televisados desde Las Vegas y la liga ya está considerando esta opción.
La estética del torneo, una de sus señas de identidad
Esta NBA In-Season Tournament ha supuesto, en su primera edición, una innovación en el diseño, sobre todo aplicado a las pistas de juego. Aunque también se aprovechó el contexto de la Copa NBA para potenciar las camisetas ‘City Edition’ de cada franquicia.
En referencia a las canchas, para Silver ha sido un éxito total porque ha conseguido una identificación absoluta en tiempo récord.
«Lo que yo escucho de los aficionados, particularmente los que lo ven desde casa o desde un bar, es lo colorido que se ve en pantalla, significa que se está jugando algo especial. Y hablando con jugadores de ambos equipos, me sorprendió que me dijeron que valoran que cambiar los colores de las pistas en estos encuentros hacen que sea un partido especial», indicó.
Para el comisionado de la liga, de lo aprendido en este torneo se pueden incluso aplicar cosas positivas en los momentos más importantes de la temporada.
«Quizás en Las Finales no hay que volver a poner su logo en pista y sí que tengan una pista especial, no con el trofeo en el centro pero sí que sea más colorido. Tenemos licencia para hacer más cosas divertidas con la pista”, manifestó Silver.
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