Montevideo, Uruguay. Las obras del Estadio Centenario con vistas a las finales de la Copa Sudamericana y de la Copa Libertadores, que se disputarán en Montevideo, se encuentran a «un 90-92 %» a falta de tres semanas para la disputa de la primera de ellas.
Esta es la estimación que hace Ignacio Alonso, presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) durante una entrevista con Efe, medio que accedió en pleno avance de los trabajos al interior del coliseo erigido en 1930.
Desde una sala que la AUF tiene en el estadio, presidida por una gigantografía con las imágenes de los internacionales uruguayos Fernando Muslera, Diego Godín, Luis Suárez y Edinson Cavani, puede verse cómo avanzan los trabajos fuera del terreno de juego, que luce «como nunca estuvo», frase que suena repetida entre los visitantes.
Las gradas visten celeste y pueden verse ya instaladas en las tribunas los carteles de la Confederación Suramericana de Fútbol (Conmebol) con la leyenda «Copa Sudamericana – La gran conquista», la primera en disputarse el 20 de noviembre, mientras que los operarios ultiman detalles en los palcos cubiertos y los nuevos arcos esperan en los fondos para su instalación.
«Nos quedan los días más sensibles. En cuanto a campo de juego se está haciendo la refertilización ahora, resembrar y un cuidado final. Hay banderitas dentro de la cancha para el enfoque de las luminarias para que sea homogénea la iluminación de 1.500 lumen, que es más grande que lo que exigirá Conmebol en 2023 (1.300)», explica Alonso.
Después de la polémica sobre la desaparición del mural que adornaba el exterior del estadio desde 1993 con figuras de futbolistas que se asemejaban a las del cartel original del Mundial de 1930, las paredes siguen en color gris a la espera del desembarco de la Conmebol con sus distintivos.
A este respecto, el responsable del ente rector del fútbol uruguayo comenta que ya está «prácticamente a la finalización», salvo «algún aspecto de la pintura exterior», como la última figura que resiste en el portón principal de acceso al estadio, por la Tribuna América.
Alonso considera que el Centenario será entregado a las autoridades de la Conmebol el 8 o el 10 de noviembre, cumpliendo así el calendario previsto al inicio de la obra, y que únicamente quedará por concluir los trabajos en los baños públicos, que se terminarán el 14.
«Hay mucha ilusión porque el estadio era todo un tema en sí. Cada vez que se hablaba de fútbol, de AUF, la ciudad, el estadio estaba en el centro del debate, de cuestionamiento, sobre su mantenimiento, sobre su futuro, que había sido abandonado para la práctica del deporte y hoy se le ha dado una resignificación brutal», argumenta.
Alonso saca pecho por el viejo estadio y dice que «esta casa del fútbol maravillosa hoy debe ser de los templos vivientes del fútbol más icónicos» que Uruguay ofrece al mundo, después de los cambios sufridos por otros míticos rincones del balompié, como Wembley o Maracaná.
«Este tiene la magia de lo que es distinto y es histórico y acá se puede respirar el mismo ambiente mítico que se respiraba hace mucho tiempo», agrega el presidente de la AUF sobre el campo que el 27 de noviembre recibirá la final de la Copa Libertadores.
Según los estudios a los que se ha sometido al Centenario en distintos momentos, «la mejor parte de la estructura es la original de 1930», que corresponde a los tres anillos de la Tribuna Olímpica, dos de las Ámsterdam y Colombes y el primero de la América, frente a las ampliaciones de 1955 y 1980, en las que se hallaron «algunos problemas» que hoy se intenta solucionar.
Quizá por eso, en un intento romántico de no perder la esencia de 1930, las grandes piedras de acceso por la puerta principal -que son las originales- están siendo recolocadas en los aledaños del Estadio Centenario para que, a pesar de su modernización, los pasos de aquellos viejos tiempos no caigan en el olvido.
EFE noticias
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