Yessika Muñoz

Ciudad Guayana.- Es constante la pestilencia ocasionada por desbordamiento de cloacas en la comunidad Ricaurte, en San Félix.

Este sector tiene más de 40 años conviviendo entre olores fétidos que desprenden las bocas de visitas.

El problema es más notorio en época de lluvias, cuando se hace más grave.

Son aproximadamente 10 calles conforman el barrio, pero solo en la calle principal hay tres alcantarillas que siempre colapsan.

No obstante en verano hay una que nunca deja de desbordarse, es decir, siempre hay una que se rebosa perennemente.

Esta agua contaminada hace su recorrido por dos patios hasta salir por la calle 11 de Abril.

Así lo describe Emeline Bermúdez, miembro de la brigada Somos Venezuela.

Agrega que estas aguas salen de la alcantarilla con residuos orgánicos provenientes del Mercado Campesino de la 45.

“Vemos desde plumas de pollo hasta desechos de pescado, y es constante este mal olor en la comunidad”, lamenta.

Bermúdez asegura que los habitantes de la comunidad han presentado quejas a la administración del mercado, pero no han encontrado una solución, que no perjudique a ambas partes.

En este sentido, la vecina dice “ya estamos acostumbrados a vivir así”, porque en más de 20 años no se ha hecho una propuesta que resuelva su descontento.  

Solicitan jornadas médicas

Otra situación que preocupa los vecinos de Ricaurte es la falta de una jornada integral, que los beneficie.

Es que Bermúdez manifiesta que en la zona continúa brotes de dengue, paludismo y, lo más reciente es hepatitis.

“Conozco tres casos de hepatitis”, asevera Bermúdez.

También recuerda que hace seis meses se desarrolló en Ricaurte una jornada de vacunación y odontología, pero se les hacen falta medicamentos.

“No nos proporcionaron medicamentos porque no había, eso fue lo que nos dijeron”, expresa Bermúdez.

Ante el alto costo de medicamentos y escasez de algunos, la población ha tenido que recurrir a la medicina natural, es decir, a base de plantas.   

Por ejemplo; Bermúdez revela que como antibióticos están utilizando las plantas huevo abajo y tuatua morada.

En general son más de 200 familias asentadas en el sector Ricaurte, que anhelan poder tener mejor calidad de vida.   

Siendo la población infantil la más vulnerable, ante el problema de drenaje, sobre todo porque son los que tienen más contacto con las aguas residuales tras cruzar las calles.

De modo que este foco de contaminación provoca, que se origine afectaciones en la piel.

Es que el ambiente al que están expuestos los habitantes de esta comunidad no es el más salubre.

Porque además la suciedad atrae roedores y moscas, el agua estancada atrae mosquitos y plagas, que son agentes perjudiciales para la salud del ser humano.

Escasez de gas doméstico

Son más de siete meses que los vecinos están sin gas doméstico.

“La gente ve como hace para resolver el gas en su casa, porque prácticamente tenemos un año sin que nos visiten los camiones”, declara Bermúdez.

También relata que hace dos meses fue hurtado 30 cilindros de la estantería.

“La señora no estaba en su casa y se los robaron; los estaba reguardando para cuando llegara el camión”.  

Así que las familias deben adquirir los cilindros en otros sectores o en la planta de llenado.

De no ser así, cocinan a leña o utilizar cocina eléctrica.  

Bermúdez concluye que el horario de aseo domiciliar establecido por Supraguayana de martes y jueves ya no se cumple.

Puesto que han pasado cuatro meses y los camiones compactadores se olvidaron de la comunidad de Ricaurte.  

 

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