La Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzó hoy una sesión extraordinaria para analizar la situación sanitaria en la franja de Gaza, con un sistema de salud prácticamente colapsado por cientos de ataques a sus instalaciones y grandes dificultades para recibir suministros humanitarios.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, abrió la reunión, solicitada por 15 países miembros del organismo, subrayando el estado «catastrófico» en que vive Gaza, donde casi dos tercios de los hospitales y centros de salud no pueden funcionar y se han verificado al menos 512 ataques a instalaciones sanitarias.
«Los trabajadores de salud están agotados física y mentalmente, haciendo lo que está en sus manos en situaciones inimaginables», señaló Tedros, quien destacó que entre los 134 profesionales de la ONU asesinados en el conflicto hay al menos una empleada de la OMS, Dima Abdullatif Mohammed Alhaj, de 29 años.
«Un alto el fuego sería la única forma de poder proteger la salud genuinamente en Gaza, y lamento que esta semana el Consejo de Seguridad no pudiera llegar a un consenso en este sentido», afirmó Tedros, quien añadió que «no habrá salud sin paz ni paz sin salud».
Más de 129.000 casos de enfermedades
Tras el director general intervino en la sesión por videoconferencia la ministra de Salud palestina, Mai al Kaila, quien subrayó que en la Gaza asediada se han diagnosticado más de 129.000 casos de enfermedades respiratorias y 55.000 de dolencias dermatológicas derivadas del hacinamiento y la falta de higiene.
«La urgencia de la situación es innegable y pedimos a las organizaciones humanitarias que adopten medidas concretas para atajar los efectos de esta guerra y evitar que se prolongue el sufrimiento de la población gazatí», aseguró la ministra.
Al Kaila pidió «el cese inmediato de la guerra brutal contra Gaza para que pueda entrar ayuda humanitaria sin condiciones, lleguen suministros médicos y se permita la entrada de personal sanitario a la franja».
A continuación tuvo su turno de réplica la delegación israelí, representada por la embajadora ante la ONU en Ginebra Meirav Eilon Shahar, quien comenzó criticando a la OMS por celebrar una reunión extraordinaria sobre este conflicto y no para otros que también sacuden actualmente al mundo en países como Yemen, Siria o Sudán.
«Parece que las víctimas de esos conflictos tienen menos importancia, o que se juega con normas distintas hacia Israel», aseguró la embajadora, quien acusó a Hamás de no estar dando asistencia médica a los 137 rehenes aún en sus manos o de intentar atacar con cohetes instalaciones sanitarias en suelo israelí.
«Reconocemos el sufrimiento en Gaza, pero que no quepa lugar a errores, el responsable de éste es Hamás», aseguró Eilon Shahar, quien afirmó que Israel «respeta las leyes de la guerra e intenta minimizar el daño a los civiles».
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