El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este miércoles una ampliación del mandato de la misión de Naciones Unidas en Colombia con el fin de que pueda encargarse también de verificar el alto el fuego pactado entre el Gobierno y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Por unanimidad, los 15 países del Consejo de Seguridad adoptaron una resolución propuesta por el Reino Unido y que responde, a su vez, a una solicitud hecha previamente por la Administración del presidente Gustavo Petro.
La decisión autoriza a reforzar la misión que la ONU ya tiene en Colombia con otros 68 observadores internacionales y el personal de acompañamiento civil necesario para ocuparse de estas nuevas tareas.
Preguntado al respecto, el portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas Farhan Haq aseguró que la organización está lista para asumir las responsabilidades encomendadas por el Consejo.
El cese el fuego bilateral que el Gobierno colombiano y el ELN firmaron el pasado 9 de junio en La Habana entrará en vigor este jueves y se prolongará hasta el 29 de enero próximo, aunque las dos partes ya acordaron detener sus acciones ofensivas.
El monitoreo y verificación del cese el fuego se hará mediante un mecanismo del cual hacen parte la propia fuerza pública y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, el ELN, la Conferencia Episcopal y la Misión de Verificación de la ONU en Colombia.
La decisión de este miércoles por parte del Consejo de Seguridad da la luz verde oficial para que esa Misión de Verificación asuma su parte de responsabilidad en esta tarea.
Además, la resolución señala la disposición de la organización a supervisar un alto el fuego entre el Gobierno y el Estado Mayor Central (EMC), la principal disidencia de las FARC, en caso de que sea restablecido.
El mes pasado, el Gobierno y el EMC anunciaron un acuerdo para instalar una mesa de negociaciones de paz, un movimiento que se produjo un mes y medio después de que el Ejecutivo suspendiera de manera parcial el cese al fuego bilateral con esa disidencia como respuesta al asesinato de cuatro indígenas menores de edad que intentaron escapar tras ser reclutados a la fuerza en el sur del país por el Frente Carolina Ramírez, que forma parte de ese grupo.
La ONU estableció en 2016 una misión especial para verificar el alto el fuego entre el Estado colombiano y las FARC y desde 2017 se encarga de verificar partes del acuerdo de paz.
Desde entonces, las funciones de esa operación se han ampliado en varias ocasiones, incluida una vez el pasado enero, cuando a petición del Gobierno de Petro aceptó supervisar también los compromisos sobre reforma rural y cuestiones étnicas contenidos en el acuerdo sellado en 2016.
En el debate posterior a la aprobación de la resolución, varios países del Consejo de Seguridad volvieron a respaldar hoy la política de «paz total» del presidente colombiano y animaron al país a seguir con el diálogo con distintos grupos armados, incluido el EMC.
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