Viena.- La mayoría de los países de la OPEP extrajo en febrero menos petróleo del previsto, con lo cual 921.000 barriles diarios de crudo quedaron en el subsuelo, según se desprende de los datos publicados este martes por la organización en su informe mensual.
Esa cifra, basada en estimaciones de institutos independientes, confirma la percepción en los mercados de que la organización petrolera tiene poca capacidad para seguir abriendo los grifos, en un momento en que las naciones consumidoras occidentales buscan alternativas al «oro negro» ruso.
Con respecto a la evolución del mercado petrolero a corto plazo, los expertos de la OPEP señalan que sus previsiones hechas hace un mes se mantienen «bajo evaluación» ante la «altísima incertidumbre» desatada por la invasión rusa en Ucrania.
Eso sí, el crecimiento interanual de la demanda mundial de crudo en 2021 fue revisado al alza, con una media de 0,5 millones de barriles diarios (mbd), debido a un mayor consumo al previsto inicialmente, sobre todo en el último trimestre.
La demanda petrolera en todo 2021 ha quedado así en una media de 96,75 mbd, 5,73 mbd ó un 6,29 % más que en 2020, lo que deja el aumento previsto para este año en 4,15 mbd, hasta 100,9 mbd, si bien estas dos últimas cifras están sujetas a nuevas evaluaciones «en las próximas semanas».
Según las estimaciones que recoge el informe, el bombeo de los trece socios de la OPEP totalizó el pasado mes 28,473 mbd, lo que supone un aumento de 0,44 mbd respecto al nivel de enero.
Pero aunque la mayoría incrementó sus extracciones, los 10 miembros que participan en el compromiso de mantenerlas reducidas, y aumentarlas de forma gradual mes a mes, quedaron por debajo de su meta de producción.
Sin incluir a Venezuela, Irán y Libia, que están exentos del compromiso de limitar sus producción, el grupo bombeó en 24,140 mbd en febrero, cuando el tope establecido para ese mes es de 25,061 mbd.
La diferencia, de 921.000 bd, refleja las dificultades que afrontan estos productores para subir su oferta de petróleo y aprovechar el fuerte encarecimiento que han experimentado las cotizaciones del crudo en las últimas semanas.
En febrero, los precios se vieron «apoyados por la solidez de los fundamentos del mercado físico del crudo, la disipación de los temores a la covid-19 y la escalada del conflicto geopolítico de Europa del Este, que suscitó la preocupación por una interrupción del suministro de petróleo a corto plazo», señala la OPEP.
Sujetos a una enorme volatilidad, los precios alcanzaron niveles históricos, no vistos desde 2008, antes de moderarse en los últimos días.
El barril del petróleo europeo Brent, que llegó a rozar los 140 dólares el 6 de marzo, caía este martes más del 7 % y a las 11:23 GMT se vendía en el mercado de futuros de Londres a 97,72 dólares.
EFE
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