Ciudad Guayana.- Las reuniones que se llevaron a cabo este martes, 5 de abril, en el salón Simón Bolívar de Miraflores, entre Nicolás Maduro y el Foro Cívico, no tuvieron buena recepción por parte de algunos líderes políticos de oposición en el estado Bolívar. 

Héctor Barrios, diputado del Consejo Legislativo del Estado Bolívar (CLEB), concluyó que los resultados de estas conversaciones no tendrán efectos positivos y serán como las otras negociaciones que terminaron en fracaso.

«Nosotros venimos de negociaciones en negociaciones. Desde Chávez y ahora con Maduro. Eso es alargar un proceso que ya se sabe que va a fracasar. Es una pérdida de tiempo», dijo el diputado.

Por su parte, el coordinador general de Primero Justicia en Bolívar, Rachid Yasbek, también expresó su descontento con el encuentro que se llevó a cabo en Miraflores tildándolo de «fachada para mostrar una democracia».

«Están haciendo como en Nicaragua. Allá encierran a los opositores que tienen fuerza popular, para poder enfrentarse con los que están acomodados en sus líneas. Aquí hablan con una oposición que está acomodada a sus intereses», denunció.

Sobre esto, Héctor Barrios aseguró que el Gobierno de Maduro está tratando de crear su propia oposición. «Los que tienen permiso para hablar con el Gobierno, ser incluidos y ser reconocidos son los que van a ser escuchados. Ellos pretenden construir su propia oposición», afirmó el legislador del Movimiento Ecológico de Venezuela.

Quien sí estuvo de acuerdo con estas conversaciones fue el presidente de Fedecámaras Bolívar, Austerio González, quien manifestó que el diálogo debió darse desde hace mucho. «El diálogo es la base fundamental de cualquier entendimiento. Tenemos que pensar en soluciones para encontrar una mejor calidad de vida del venezolano», expresó el líder gremial.

Diálogos con doble intención

El fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, informó la semana pasada, a través de las cámaras de VTV, que abrirá una oficina de esta organización en Caracas, en medio de una visita que no fue anunciada ante ningún medio.

En ese contexto, Maduro sorprende esta semana al país dando inicio al diálogo nacional con integrantes del Foro Cívico, entre ellos representantes del sector salud, educación, electoral, sociedad civil, así como también conversaciones con los diputados opositores de la actual Asamblea Nacional. 

Al respecto, Rachid Yasbek, quien formó parte de la Asamblea Nacional de 2015, resaltó que esta convocatoria no es otra cosa más que «una estrategia para mostrar que en Venezuela hay democracia». 

«Ellos quieren tapar el sol con un dedo. En el país hay una realidad y es que la Corte Penal Internacional se está instalando en Venezuela. El régimen quiere esconder todas las violaciones de Derechos Humanos que tenemos en el país. Quieren venderle al mundo que están tratando de resolver los problemas», aseguró Yasbek.

Reuniones fracasadas

Este acercamiento del Gobierno de Maduro con sectores de la oposición no ha sido el único que aparece en el escenario venezolano. Desde su ascenso al poder sentarse y pararse de las mesas de diálogo se ha vuelto una costumbre para el mandatario.

En 2014 cuando se desataron las protestas debido a la crisis económica que empezaba a azotar al país, el Gobierno y la oposición comenzaron con esa dinámica de iniciar y terminar diálogos que se extendería durante todo el periodo de poder de Maduro.

En 2016 y tras el referéndum revocatorio que había convocado la recién electa Asamblea Nacional de 2015, los actores de Gobierno y oposición se intentaron sentar. Esta vez con integrantes de la administración Trump y enviados del Vaticano. El resultado fue el mismo: las conversaciones no llegaron a nada.

Para 2017, durante de las protestas en contra del gobierno de Nicolás Maduro, se retomaron los diálogos en República Dominicana. Estos fracasaron luego de que en la operación “»Gedeón» asesinaron al disidente Óscar Pérez.

Néstor Reverol declaró en ese entonces que la información para dar con el paradero de Óscar Pérez fue obtenida en la mesa de diálogo.

Desde República Dominicana hasta el Reino de Noruega viajó la tan nombrada mesa de diálogo. En esta oportunidad con el ingrediente de Juan Guaidó y su declaración como Gobierno interno. Esta vez las conversaciones fracasaron por el asesinato al capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo.

Y después de varios intentos con pequeños grupos de la oposición, iniciaron en 2021 las conversaciones en México. Se entorpecieron gracias a la captura del presunto testaferro de Nicolás Maduro, Álex Saab.

Este martes 5 de abril apareció nuevamente el tema de las mesas de diálogo, luego de la reunión de Maduro con integrantes del Foro Cívico y sectores de la oposición, que son llamados por el G4 como «los alacranes». Aunque esta reunión no ha sido definida como «diálogo nacional», es la primera vez desde México que el Gobierno habla de «soluciones» con sectores opositores.   

Brayan Silva

 

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