Una treintena de organizaciones defensoras de los derechos humanos y civiles en Kenia, entre ellas Amnistía Internacional (AI), denunciaron hoy la violencia policial, incluyendo desapariciones forzosas y asesinatos extrajudiciales, contra los manifestantes que protestan en el país por una subida de impuestos.
«Estos grupos se han encontrado con una fuerza brutal por parte de las agencias de seguridad, lo que ha resultado en lesiones graves, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzosas», señalaron las entidades en un comunicado difundido este viernes.
Los firmantes lanzaron este mensaje después de las movilizaciones convocadas durante los últimos meses por la oposición y otros grupos sociales, como los conductores de transporte público y los taxistas, frente a las subidas de impuestos impulsadas por el Gobierno del presidente keniano, William Ruto.
Según las organizaciones, se registraron al menos 27 ejecuciones sumarias y extrajudiciales sólo entre el 7 y el 19 de julio, cuando se sucedieron varias protestas con cientos de kenianos saliendo a las calles en la capital, Nairobi, y otras ciudades, como Kisumu (oeste), Mombasa (sur) y Nakuru (centro), así como en los condados de Homa Bay, Kisii y Siaya (oeste).
Asimismo, al menos 43 activistas defensores de los derechos humanos «han sido arrestados arbitrariamente, secuestrados, detenidos ilegalmente y acusados de cargos penales falsos».
«El uso de agentes no uniformados que en la mayoría de casos utilizan vehículos con matrículas distorsionadas o sin matrícula, meten a los manifestantes en los maleteros de los coches y se marchan a toda velocidad hacia destinos desconocidos también está en aumento», advirtieron las entidades.
En esa línea, alertaron, «la Policía está ahora trabajando junto a lo que parecen ser milicias privadas para atacar y masacrar a la población» en diferentes localidades del país y, especialmente, en barriadas pobres.
«Aunque el presidente Ruto había prometido poner fin a la era de los escuadrones policiales asesinos, los acontecimientos recientes revelan que las agencias de seguridad tienen claras intenciones de ejecutar a los protestantes», según las organizaciones pro derechos humanos.
Así lo demuestran, señalaron, la localización de los disparos en algunos de los muertos por heridas de bala durante las protestas: en la cabeza, el pecho o la espalda; y perpetrados, en repetidas ocasiones, lejos de donde los disturbios se estaban produciendo.
Las entidades también denunciaron el uso de gases lacrimógenos contra niños y colegios y los casos de policías fingiendo ser periodistas para conseguir arrestar a manifestantes.
A pesar de estos hallazgos, el presidente keniano expresó este jueves su agradecimiento a la Policía «por mantenerse firme y garantizar la paz tomando medidas contra todos los delincuentes».
El líder opositor Raila Odinga ha impulsado en los últimos meses numerosas movilizaciones contra de la subida de los precios de los alimentos básicos y del Gobierno de Ruto, a quien acusa de haber manipulado los resultados de las elecciones de agosto de 2022.
El ex primer ministro -que obtuvo el 48,85 % del sufragio- no reconoce los resultados electorales, pese a que el Tribunal Supremo rechazó su recurso contra el triunfo del actual presidente, con el 50,49 % de los votos.
La tensión y el descontento social han ido en aumento en las últimas semanas, después de que Ruto aprobase el pasado 26 de junio una nueva ley que, entre otras medidas, supone la subida de los impuestos sobre el combustible hasta el 16 %.
Las autoridades kenianas aplicaron ese aumento pese a que la justicia suspendió temporalmente su aplicación a la espera de determinar su constitucionalidad.
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