Monasterio de Tentudía/Badajoz, España. El colombiano Rigoberto Urán (EF Education Easy Post) cerró el ciclo de victorias en las tres grandes imponiéndose en la decimoséptima etapa de la Vuelta disputada entre Aracena (Huelva) y el Monasterio de Tentudía (Badajoz), de 162,3 km, en la que Remco Evenepoel (Quick Step) repelió varios ataques para mantener el jersey rojo de líder.
Rigoberto Urán, de 35 años, «El toro de Urrao», embistió con fuerza en los últimos instantes de la subida al Monasterio de Tentudía para erigirse como el más poderoso de la fuga del día. Después de responder a varios acelerones de sus rivales, llevó a la cima exhausto, sin poder alzar los brazos, pero como vencedor. Superó, con el mismo tiempo de 3h.42.28, al francés Quintin Pacher, y por escasos segundos a los españoles Jesús Herrada y Marc Soler.
TRIUNFO DE LA INTELIGENCIA
Triunfo de la oportunidad, de la inteligencia y de la fuerza final para Urán, quien ya tiene en su palmarés 2 etapas en el Giro, 1 en el Tour y 1 en la Vuelta. Se consagró junto al Monasterio de Tentudía, el punto más alto de Badajoz, a 1.100 metros de altura.
Los favoritos se animaron la final con ataques poco concluyentes. Lo intentó Enric Mas, también Juan Ayuso, quien sufrió una cáida sin conseciencias, pero Remco Evenepoel respondió a todos, un por uno. Sin Roglic en la «pomada», nadie se le escapó. Entró con Mas a 5.11 del ganador, y ambos un puñado de segundos antes que Ayuso, Carlos Rodríguez y el colombiano «Supermán» López.
En la general mayoría de españoles. Remco resistió de rojo en jornada rápida, se llevó con 20 minutos de adelanto, pero tampoco sufrió demasiado. Aventaja en 2.01 minutos a Mas y en 4.01 a Ayuso.
LA VUELTA LAMENTA LA BAJA DE PRIMOZ ROGLIC
Salida de Aracena, en Huelva, octava y última provincia andaluza que acogió la ronda en esta edición. En la localidad de la Gruta de las Maravillas no se presentó Primoz Roglic, herido por la caída de Tomares. Por la mañana su equipo anunció su baja. Adiós a la opción de lograr la cuarta Vuelta consecutiva. No le iba a resultar fácil lograrlo, pero su presencia se había convertido en el aliciente de la carrera hasta Madrid.
Evenepoel tiene el camino expedito hasta la capital. «Me siento triste, no es bonito perder a un gran competidor, un gran campeón y uno de los mejores tipos del pelotòn. Es una pérdida para la carrera y una pena para él y su equipo», lamentaba el líder belga. Sin el esloveno, segundos en la general, Enric Mas ocupaban ya la segunda y tercera plazas del podio.
Una etapa puente entre Andalucía y Extremadura, de la comarca del jamón de jabugo a la de raza ibérica. Gran aliciente para la visitar la zona, pero el pelotón iba a otra cosa. Se enfrentó a un perfil escarpado, «unipuerto», con un final inédito en el Monasterio de Tentudía.
13 HOMBRES EN LA FUGA
La fuga tardó en construirse, pero finalmente salieron del grupo 13 hombres, Soler, Herrada, Champoussin, Jungels, Mäder, Wright, Urán, Pacher, De Marchi, Craddock, Elissonde, Gesbert y Guglielmi. Grupo de experiencia que logró una ventaja máxima de 7.18 a 60 de meta.
Algunos de los escapados con cuentas pendientes, como Jungels y Urán aspirantes el triplete en grandes vueltas. El pelotón aceptó la persecución con el Quick Step de Remco tirando en cabeza. La carrera iba volando, con casi media hora de adelanto sobre el horario previsto.
HERRADA SUELTA EL ÓRDAGO, URÁN SE LLEVA LA PARTIDA
La fuga iba a llegar, estaba claro, faltaba vivir el juego de estrategias. El americano Craddock empezó en solitario el ascenso a la iglesia fortaleza de Tentudía (2a, 10,3 km al 5%, con rampas del 12, convencido el doble campeón estadounidense de crono de culminar en la gloria.
Pero por detrás el grupo perseguidor era de muchos quilates, con Urán, Herrada, Soler, Pacher y Champoussin, unos haciendo «la goma», otros tensando para atrapar a Craddock, quien no aguantó la presión ni las consecuencias de los ataques que se iban produciendo por detrás.
A 1 km de meta se desató una traca de ataques. Probó Champoussin, después Herrada, con hambre de ganar su segunda etapa en la presente edición. El manchego apretó los dientes hasta la extenuación, a escasos 700 metros de la línea, pero en ese tramo apareció poderoso Urán para tomar la delantera y llevarse la etapa.
«El Toro», quien ha superado una temporada de caídas y lesiones, se presentó a la Vuelta para inscribirse al «club de las tres grandes». Y lo logró. Objetivo cumplido. Mientras, Evenepoel respira más tranquilo, aunque «con pena» por la baja de Roglic. Y los españoles soñando con dos plazas en el podio. Casi todos contentos. La Vuelta sigue.
Este jueves se disputa la decimoctava etapa entre Trujillo y el Alto del Piornal (Cáceres), de 192 km.
EFE deportes
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