El Parlamento de Israel ha aprobado este jueves un Gobierno de emergencia para gestionar el país durante la guerra con Hamás, con la incorporación de 5 diputados de la oposición, liderados por el exmilitar Benny Gantz, al Ejecutivo de Benjamín Netanyahu, muy criticado por no haber podido impedir la masacre perpetrada por Hamás el sábado pasado.
El nuevo ejecutivo se había negociado en días pasados y fue anunciado ayer por la noche por Netanyahu junto a Gantz, ex jefe del Estado Mayor, ex ministro de Defensa, y en estos momentos uno de los políticos mejor valorados de Israel.
En un voto que ya se preveía como formalidad, la Knéset, el Parlamento israelí, aprobó la incorporación de Gantz y otros cuatro diputados de su partido de centroderecha, Unidad Nacional, al Ejecutivo liderado por Netanyahu, con 66 votos a favor y 4 en contra.
El acuerdo indica que Gantz; Gadi Eisenkot, también exjefe del Estado Mayor; el exministro de Justicia Gideon Saar, y otros dos diputados se integrarán al gabinete político y de seguridad del Gobierno por la duración de la guerra, y que durante este periodo solo se gestionará el conflicto, dejando de lado otras propuestas legislativas.
El gabinete de gestión de la guerra estará integrado por Netanyahu, Gantz y el actual ministro de Defensa, Yoav Gallant.
No se ha sumado al acuerdo Yair Lapid, dirigente del partido Yesh Atid, el mayor de la oposición, que ha criticado duramente a Netanyahu, aunque ha prometido apoyar el nuevo Ejecutivo desde fuera.
Lapid ha criticado especialmente que Netanyahu mantenga en su ejecutivo a figuras «extremistas», en referencia al ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, de ultraderecha, y al ministro sin cartera Bezalel Smotrich, de la extrema derecha religiosa.
Antes de proceder a la votación, Netanyahu había indicado que el nuevo Gobierno «manda un enorme mensaje, externo e interno» de unidad.
«Ante este conflicto estamos unidos en fraternidad interna y con preocupación mutua», dijo el primer ministro.
A la votación precedieron unos momentos tensos, cuando el diputado del partido izquierdista Hadash-Taal, Ayman Odeh, pidió «sacar a todos los civiles, judíos, árabes y palestinos, del ciclo de la violencia», subrayando que «la venganza no es el camino».
Un diputado del Likud, el partido de Netanyahu, le respondió con gritos de «Venganza contra Hamás», recordando que la milicia islamista masacró un millar de civiles en su asalto a más de treinta comunidades cercanas a la Franja de Gaza el sábado pasado.
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