El partido gubernamental húngaro del ultranacionalista Viktor Orbán presentó en el Parlamento un proyecto de resolución en el que piden al Gobierno que no apoye el inicio de las negociaciones de adhesión de Ucrania a la Unión Europea (UE).
«Ucrania no ha cumplido las condiciones objetivas para poder iniciar las negociaciones de adhesión», afirma el documento presentado al Parlamento este miércoles.
En esta situación «es imposible decidir de una manera responsable sobre el inicio de las negociaciones», agrega.
Este proceso debería basarse en el consenso de los países comunitarios, recuerda el documento, haciéndose eco de las declaraciones anteriores del mismo Orbán, quien pidió que por el momento no se trate el tema.
Charles Michel
«Si no sabemos qué consecuencias podría tener la adhesión de Ucrania, ni empecemos a negociar sobre el asunto», aseguró el viernes pasado Orbán a la radio pública Kossuth.
En una carta enviada a Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, Orbán pidió que no se decida sobre el asunto en la próxima cumbre comunitaria prevista para el 14 y 15 de diciembre, adelantando un «fracaso», por la falta de consenso.
Michel visitó a Orbán en Budapest el lunes, y aunque las partes no han informado sobre las negociaciones, la prensa local afirma que los dos líderes trataron el tema de Ucrania.
Se espera que mañana, jueves, el primer ministro húngaro viaje a París donde se entrevistaría con el presidente francés, Emmanuel Macron, quien tratará de convencerlo de que retire su veto.
Orbán ha reiterado que su negativa «no es un veto», ya que este solo se puede aplicar frente a una decisión, que en relación con Ucrania no existe aún.
El documento presentado hoy al Parlamento también pide un «debate estratégico» sobre las consecuencias de una posible adhesión de Ucrania en las políticas presupuestaria, de cohesión y agrícola de la UE.
La resolución pide al Gobierno que represente esta postura en la próxima cumbre de la UE, así como en las instituciones comunitarias.
Orbán, considerado como el líder más cercano a Moscú en la UE, ha criticado las sanciones comunitarias contra Rusia por la invasión de Ucrania, a pesar de que hasta el momento ha aprobado todos los paquetes punitivos.
Las relaciones de Hungría y Ucrania son tensas, ya que Kiev acusa a Orbán de apoyar los intereses rusos, mientras que Budapest denuncia que en el país vecino no se respetan los derechos de las minorías étnicas, entre ellas la húngara, de una 150.000 personas.
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