El Día del Pediatra se celebra cada 20 de enero, y se conmemora a todos los pediatras de Venezuela, que se dan a la labor de atender a la población más joven y la «próxima generación» del país.
Es por ello que desde Nueva Prensa Digital, contactamos a diversos pediatras para conocer su percepción sobre ejercer dicha área de la medicina en Venezuela y por sobre todo en el estado Bolívar.
«La Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría (SVPP), es la sociedad científica más antigua del país, apenas superada por la Academia Nacional de la Medicina. Desde su fundación, la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría se ha dedicado a la promoción, fomento y restitución de la salud del niño venezolano», explicó Cesar Donmar, médico pediatra.
Asimismo, señaló que la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría se ha encargado de «dictaminar pautas» acerca de las principales patologías infantiles.
De manera anual, realizan «congresos» que agrupan alrededor de 2 mil pediatras de todo el territorio nacional con invitados nacionales e internacionales.
«Con el devenir del tiempo se fueron creando las subespecialidades y hoy en día existen filiales en cada estado, asimismo los capítulos regionales de la mayoría de las subespecialidades pediátricas», continuó.
Donmar, resalta que esta «loable labor» obtiene un mayor interés cuando la «población mayoritaria» de un país, son menores de 15 años y siendo estos los habitantes más vulnerables.
«De manera que tamaña responsabilidad tenemos al tratar a diario no solo con nuestros enfermos que ameritan tratamiento de sus síntomas, sino que tenemos que tratar también con sus padres», aseguró.
Pandemia no ralentizó labor de la sociedad de pediatras
Del mismo modo, Donmar, recalcó que durante la pandemia la labor formadora de la SVPP, no se retrasó y, en cambio, continuó brindando formación y difundiendo conocimientos.
«Estos años de pandemia no ralentizaron la actividad formadora de la SVPP, sino que con inusitada frecuencia se realizaron conferencias digitales que permiten la difusión del conocimiento en forma masiva», explicó.
Así mismo, indicó que «Pasarán los años y seguirá siendo confiada la salud del futuro de Venezuela a los pediatras venezolanos».
Por lo tanto, Donmar felicita a todos sus colegas y pide no abandonar el rol que se les asignó en la sociedad.
Pese a las dificultades continúan con su ardua labor
Por su parte, el pediatra Hugo Lezama, mencionó que la situación del sector salud en Venezuela son precarias, incluyendo la pediatría, sin embargo, continúan trabajando para brindar la atención y recuperar la salud de sus pacientes.
«Hasta el momento hemos dado las tallas para recuperar la salud a la generación de relevo a nuestros niños que son los que nos van a levantar el país y ayudarnos a recuperarlo en las condiciones que lo tenemos actualmente», dijo Lezama.
Por esto, enfatizó que se debe continuar haciendo su labor «todos los días» y ceder sus energías junto con sus conocimientos para la recuperación de los niños «que son nuestro futuro».
«Lamentablemente, los gobernantes actuales no tienen el pensamiento que tuvo la poeta Gabriela Mistral cuando dijo que el futuro del niño es hoy, para mañana es tarde», destacó.
De esta forma, Lezama lamentó el actual estado de abandono en el que se encuentra el Hospital pediátrico Menca de Leoni, el cual se consideró el más moderno y mejor abastecido de la región.
«El 8 de abril de este año, tenemos seis años sin hospital pediátrico, uno de los mejores en toda la región y donde venían personas de otras partes para recibir sus tratamientos», recordó.
Es por ello que solicita a las autoridades correspondientes la restauración y reapertura de uno de los centros pediátricos más importantes de Venezuela.
Salvar un niño es garantizar el futuro
Finalmente, Ernesto Urbano, reconocido pediatra de la ciudad, enfatizó que el pediatra es el médico guía que «encabeza» el esfuerzo de realizar el diagnóstico de la enfermedad que aqueja al infante.
«Así como encaminar su mejoría a través del consenso científico y humano en el tratamiento de sus pequeños pacientes», recalcó.
Además, agregó que la participación, confianza y entendimiento de los padres es un «arma terapéutica» inmensurable en la recuperación del niño.
Igualmente, indicó que desde su experiencia no existe nada más satisfactorio el saber que la condición de uno de sus pacientes ha mejorado por medio de la medicina.
«No hay mayor alegría y sentimiento de satisfacción para mí, el saber que he mejorado la condición humana de un niño a través de la medicina y que esté niño va a crecer con todas sus potencialidades para ser una persona de bien en la sociedad», comentó.
Por consiguiente considera que sanando al niño desde el punto de vista «bio-psico-social» salvamos y garantizamos el futuro de la misma humanidad.
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