Miami (EE.UU.).- La participación en Florida del vicepresidente Mike Pence en un mitin político de hispanos a favor de la reelección del presidente Donald Trump se encontró también este jueves con boricuas iracundos que urgieron al gobierno federal de EE.UU. paliar los estragos por huracanes y temblores en la isla.

El beneplácito de la coalición «Latinos por Trump», que organizó el evento en Kissimmee, un epicentro en Florida de la comunidad puertorriqueña desplazada por los desastres naturales, contrastó con el repudio del nuevo grupo Latinos contra Trump y de líderes comunales boricuas que denunciaron hoy ante los medios la «desatención» del Gobierno federal.

Los puertorriqueños urgieron a Pence desembolsar los recursos federales aprobados para la recuperación de la isla tras los huracanes María e Irma de 2017, eliminar la Ley de Cabotaje para reducir el costo de importación de productos y «cancelar» la millonaria deuda fiscal.

Millie Santiago, una de las fundadoras del grupo Pa’lante por Más, dijo a Efe que los 3,5 millones de puertorriqueños no sienten el respaldo de la administración Trump: «Está ignorando y causando más daño y dolor a nuestras familias que los mismos desastres».

Los activistas protestaron con carteles con el número «4.645» por «las vidas perdidas por la negligencia y falta de urgencia y atención a la isla» en rueda de prensa, a pocas cuadras de la iglesia Nación de Fe, donde Pence proclamó ante unos 300 trumpistas hispanos la «necesidad» de cuatro años más de Trump en la Casa Blanca.

El republicano aseguró que el Gobierno está del lado de los puertorriqueños hoy, mañana y hasta que las isla se haya recuperado y anunció la firma, este jueves, por parte de Trump de la declaración de emergencia debido a los temblores que afectan a la isla.

No obstante, organizaciones como Pa’lante por Más, formada por unas 200 familias sobrevivientes de María, los grupos Diáspora en Resistencia, Hispanic Federation, Mi Familia Vota y Vamos4PR pidieron a Pence «soluciones con sentido común» para la isla.

El vicepresidente comenzó hoy su periplo proselitista por el centro de Florida en la ciudad de Tampa, donde además llegó de sorpresa a un restaurante junto con el gobernador floridano, Ron DeSantis, y compartió con comensales sandwiches cubanos, para luego desplazarse en autobús a Orlando y por último a Kissimmee.

Allí lo fue recibido por una enorme valla con la impopular imagen de Trump arrojando toallas de papel a los boricuas plasmada en la entrada de esta ciudad, donde los puertorriqueños y el grupo Latinos contra Trump, una coalición creada a instancias de Partido Demócrata de Florida, se adelantaron al evento de campaña con denuncias sobre la «incompetencia» de Trump.

Criticaron desde la desatención a la crisis de Puerto Rico hasta las peripecias que enfrentan latinos en Florida en cuanto a seguridad sanitaria y ambiental, vivienda y empleo.

Pence por su parte resaltó en un discurso de una media hora, en el que exaltó la libertad religiosa y los «valores latinos», los logros militares, comerciales y laborales de Trump, entre ellos mantener «por veinte meses consecutivos el desempleo entre hispanos a menos del 5 %».

El vicepresidente, que confió en que los «latinos allanarán el camino» de Trump a la reelección, exaltó en un momento al líder opositor Juan Guaidó como el «único presidente legítimo de Venezuela», para luego hacer un grito de «Viva Cuba libre» en español.

«Estamos con ustedes», le reiteró a los boricuas, al recordar que hay dispuestos más de 40.000 millones de dólares para la recuperación de la isla.

Sin embargo, los grupos puertorriqueños aseguraron que no le perdonan a Trump «mentir» sobre los más de 3.000 muertos que dejó María, inflar la ayuda que ha destinado a la isla, retener los recursos para la recuperación y demorar la declaración de «desastre mayor» por los temblores.

Trump firmó hoy dicho documento, cinco días después de que la gobernadora Wanda Vázquez hiciera la solicitud para responder a los daños por la actividad sísmica que afecta a la isla desde el pasado 28 de diciembre.

Pence por su parte pidió a los Latinos por Trump ayudar a repetir la victoria que el magnate inmobiliario obtuvo en 2016 en Florida, estado que le ganó a la demócrata Hillary Clinton con la ayuda del del 35 % del voto hispano.

Los boricuas en Florida, que superaron ya a sus compatriotas en Nueva York con más de 1,3 millones, se perfilan como un influyente electorado en un estado que pude dar la victoria a cualquiera de los dos partidos.

Esta comunidad está asentada mayormente en el electoralmente estratégico corredor de la autopista I-4, que incluye a la ciudad de Orlando, donde Trump lanzó en junio pasado su campaña a la reelección.

 

EFE

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