Santander, España. La Audiencia de Cantabria ha condenado a cuatro años de cárcel al expresidente del Racing de Santander Francisco Pernía por la gestión de la escuela de fútbol que el club cántabro creó en Brasil, así como a un año y seis meses a Iñaki Urquijo y Juan Vergara, los socios de la empresa que llevó a cabo ese proyecto.

La Audiencia considera a Pernía autor de un delito de apropiación indebida y otro de administración desleal, por el que también deberá pagar una multa de 3.600 euros, y a Vergara y Urquijo les condena por un delito de apropiación indebida, por lo que tendrán que abonar una multa de 840 euros cada uno.

En 2007, un año después de la llegada de Pernía a la Presidencia del Racing de Santander -de la que salió en 2011-, el responsable del club cántabro inició con la empresa Sport Rent Consulting, de la que eran socios Vergara y Urquijo, la creación de la escuela de futbol «Racing Primavera» en la localidad brasileña de Indaiatuba.

El objetivo de esa escuela era formar a futuros jugadores para el Racing de Santander.

En su sentencia, dictada el pasado 25 de febrero, la Audiencia de Cantabria confirma que este proyecto no contaba ni con la aprobación del Consejo de Administración del Racing, ni tenía inversión presupuestada y «la única documentación existente» eran «transferencias (de más de 950.000 euros) efectuadas para abonar sus costes» entre las temporadas 2007-2008 y 2010-2011 y que «fueron hechas por el Sr.Pernía».

También recoge la resolución judicial el pago de unas facturas a la empresa de Urquijo y Vergara por importe de más de 60.000 euros y a la que dio el visto bueno Pernía, y la adquisición de un coche de alta gama -valorado en unos 84.000 euros-, que el ex presidente racinguista tenía para «su uso exclusivo».

La Audiencia reconoce también «injustificado» el pago justificado por Pernía de unos 100.000 euros en concepto de indemnización a José Campos, tras su salida del club del que era consejero delegado, por unos trabajos de organización y difusión de eventos.

En julio de 2011, unos meses antes de que Pernía dejara de ser presidente del Racing, el club cántabro fue declarado en concurso de acreedores.

La Audiencia de Cantabria considera que ni Pernía, ni Vergara ni Urquijo dieron durante la causa «una versión de descargo ni justificativa de su conducta ni verosímil», y añade que el expresidente del Racing reconoció que había dado orden de pago de las facturas y gastos denunciados, porque, además, era la «única persona que tenía capacidad» en el club para llevar a cabo esas operaciones.

La gerente del club en ese momento -a la que nombró en el cargo Pernía- señaló que la decisión de pago era del presidente y que la función de Administración «se limitaba a la contabilización de las facturas y la verificación de cumplimiento de obligaciones tributarias», algo que corroboró el director general de la entidad, según la Audiencia.

También añade que los peritos de la causa consideraron «incuestionable» que Francisco Pernía era «quien tomaba personalmente todas las decisiones en materia de autorizaciones de gastos y pagos» del Racing.

«Ha habido una ordenada y orquestada actividad delictiva de apropiación de dinero, y de operaciones relacionadas con administración desleal en cuanto supuso una gestión desleal del patrimonio del Club al que a sabiendas ocasionó un perjuicio económico derivado del uso abusivo e injustificado de los fondos sociales», concluye sobre la actuación de Pernía la Audiencia, cuya resolución puede recurrirse ante el Tribunal Supremo.

La Audiencia, que aplica a los tres condenados una atenuante por dilaciones indebidas en el proceso judicial, considera que Pernía, Vergara y Urquijo deben asumir también un tercio de todas las costas judiciales generadas en esta causa.

En este procedimiento han actuado como acusaciones particulares, además del Racing de Santander, la asociación de exjugadores del club y los pequeños accionistas.

EFE noticias

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