Lima.- Perú se alista para realizar este sábado su tercera marcha «Ni Una Menos», la mayor manifestación contra la violencia de género en el país, con el lastre de haber alcanzado la mayor cifra histórica de feminicidios en los primeros siete meses del año.

El Ministerio de la Mujer de Perú contabiliza cien feminicidios cometidos en lo que va de año en el país, una cifra que, según señaló a Efe la abogada Lisbeth Guillén, representante de la ONG feminista Manuela Ramos, «desbarata, lamentablemente, la meta que tenía el Plan de Acción Conjunta de lograr reducir los feminicidios este año a menos de 100 casos».

Para Guillén, la amplia diferencia entre la realidad y el objetivo revela que los esfuerzos desde el Estado no están siendo suficientes y que «se requiere de otro tipo de acciones, con medios de comunicación, sociedad, para revertir la violencia extrema de los feminicidios».

Según la estadística que recoge el Ministerio de la Mujer desde el 2009, año en que se instauran las primeras políticas públicas para prevenir la violencia de género en Perú, de enero a julio de este año se llevaron a cabo un 21,9 % más de feminicidios que en 2018 y un 40,8 % más que en 2017.

Una coyuntura que, pese a los avances logrados desde agosto de 2016, cuando se realizó la primera y multitudinaria marcha «Ni Una Menos» en el céntrico parque Campo de Marte, enfrenta al país con el drama de su machismo estructural, que en 2018 cobró la vida de 149 mujeres.

Para la abogada, no existe una sola explicación al aumento de la cifra, aunque señaló entre ellas «el mayor empoderamiento de las mujeres, un ejercicio de autonomía y libertad al que el patriarcado responde con violencia extrema».

Por ello, precisó que ahora se hace más urgente «concretar la igualdad de género en las políticas educativas, para que se eduque con respeto a las diferencias y con derechos».

Enorme tarea por la que luchan desde diversos ámbitos los movimientos y colectivos feministas que en los últimos años también han alcanzado avances e hitos importantes, «aún en un contexto donde sectores conservadores rechazan la igualdad de género en políticas públicas de educación».

Entre estos hitos importantes, Guillén resaltó que ahora existe un poco más de «conciencia de rechazo a la violencia en la ciudadanía y un poco más de solidaridad».

Además de otros logros relevantes alcanzados este 2019, como el de la abogada y activista Arlette Contreras, quien tras cerca de cuatro años de lucha en el Poder Judicial consiguió que su agresor y expareja Adriano Pozo fuera condenado por tentativa de feminicidio, aunque no por tentativa de violación sexual.

El caso de Contreras se convirtió en el símbolo de esa primera marcha «Ni Una Menos Perú», llevada a cabo en agosto de 2016, ante la indignación de que en julio de 2016 la Corte Superior de Justicia de Ayacucho sentenciara a Pozo a un año de prisión suspendida por el delito de lesiones leves.

«Consideramos que es un hecho muy importante porque genera hacia la ciudadanía el mensaje de que no podemos dejar pasar estas situaciones de agresión», apuntó la abogada.

Otro logro obtenido este año para Guillén ha sido el de la aprobación en el Congreso del dictamen de paridad y alternancia planteado por el Ejecutivo, el mismo que fue impulsado por los movimientos feministas con el apoyo de congresistas aliadas.

«En la próxima elección se aplicará que como mínimo esté conformada por el 40 % de mujeres, en las siguientes elecciones por un mínimo de 45 % y luego en un 50 %», apuntó Guillén.

A este recuento de avances se suman los gestos y proyectos dados desde el Gobierno de Martín Vizcarra, como el gabinete paritario conformado en marzo pasado, así como el anuncio de un programa inicial de atención a niños y niñas cuyas madres fueron víctimas de los feminicidio para garantizar su derecho a la educación.

 

EFE

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