El presidente colombiano, Gustavo Petro, se reunió este jueves en Bogotá con el encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos, John McNamara, en lo que fue su primer encuentro con funcionarios de EE.UU. desde la crisis de la relación bilateral por el tema de los deportados y los aranceles.
«Recibí a Jhon (sic) Mcnamara, encargado de negocios de los EEUU, hablamos mucho de (el libertador Simón) Bolívar, de (el libro de Gabriel García Márquez) ‘Cien años de Soledad’, de las fuerzas especiales de los EEUU, de la dignidad de los migrantes», expresó el presidente en un mensaje publicado en su cuenta de X.
Agregó: «Le regalé una balsa muisca, café colombiano y un sombrero Zenú cordobés. Le mostré, y se emocionó mucho porque es católico, la sotana del sacerdote que marchó a la guerrilla del ELN: Camilo Torres Restrepo, fundador de la facultad de sociología de la Universdad Nacional».
En el encuentro, que tuvo lugar en la Casa de Nariño, el palacio presidencial, también participó la nueva canciller colombiana, Laura Sarabia.
Crisis diplomática
La bicentenaria relación diplomática de Colombia con Estados Unidos, establecida el 19 de junio de 1822, vivió el pasado 26 de enero una de sus más serias crisis luego de que Petro desautorizara el ingreso al país de dos aviones enviados por EE.UU. con migrantes deportados alegando que, al estar esposados, no recibían «tratamiento digno».
Ante esa medida, el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó la imposición de aranceles del 25 % a todos los productos colombianos, además de otras sanciones de viaje y migratorias, incluida la suspensión de los servicios consulares en la embajada en Bogotá, y Petro contestó con una medida arancelaria similar.
Sin embargo, ese mismo día por la noche los dos gobiernos llegaron a un acuerdo por el que Colombia, según la Casa Blanca, aceptó «todos los términos del presidente Trump, incluida la aceptación sin restricciones de todos los ilegales extranjeros de Colombia retornados desde Estados Unidos, incluidos en aviones militares, sin limitaciones o retrasos», pero la tensión persiste en la relación bilateral.
Migrantes deportados
El martes 28 llegaron a Bogotá los primeros vuelos, de aviones militares colombianos con deportados, y el viernes siguiente se reanudó la atención consular en la embajada estadounidense.
Precisamente, Sarabia explicó que en el encuentro Colombia recibirá a «todos los connacionales» que sean deportados por Estados Unidos.
«No vamos a dejar solos a nuestros ciudadanos colombianos, pero manteniendo un trato digno y sobre todo velando por la protección de sus derechos», expresó la canciller.
La ministra destacó además que en la reunión se habló sobre la lucha contra el narcotráfico, para ver cómo se instauran «estrategias conjuntas, no solo desde la fuerza pública sino también desde un proceso de sustitución de economías ilegales».
«Quedamos con una tarea: a pesar de cualquier tensión o diferencia, el diálogo o la diplomacia serán el camino para superar cualquier diferencia y construir la agenda bilateral que potenciará a ambas naciones», afirmó Sarabia.
El funcionario que se reunió hoy con Petro es encargado de Negocios interino de la embajada desde el pasado 1 de febrero ya que Daniel Newlin, el embajador designado por Trump, aún no ha recibido la confirmación del Senado.
McNamara es un diplomático con amplia experiencia en varios países de América Latina y el Caribe que incluye tres asignaciones en la embajada estadounidense en Bogotá, entre ellas como consejero político durante los dos últimos años de las negociaciones de paz con la guerrilla de las FARC.
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