Los hechos se remontan al pasado verano, cuando en el espacio de cuatro días, Morant fue acusado de amenazar a un miembro del cuerpo de seguridad de un centro comercial de Memphis durante un altercado, y de amenazar con una pistola a un chico de 17 años tras una pelea durante un partido de baloncesto en casa del jugador.
La pelea en el aparcamiento del centro comercial con un miembro del cuerpo de seguridad se saldó con una denuncia a la policía por parte de la presunta víctima, pero no hubo arrestos.
Cuatro días después, Morant fue acusado de «golpear repetidamente en la cabeza» al menor de edad y de lanzarle al suelo. La policía comprobó las heridas provocadas por los golpes, según el ‘Washington Post’.
El chico aseguró además a la policía que, tras la pelea, Morant acudió a su casa con «una pistola visible» en sus pantalones y con las manos en el arma.
El jugador de los Grizzlies aseguró que actuó en defensa propia y que el chico le había lanzado voluntariamente un balón de baloncesto en la cabeza.
Dijo además que el chico le amenazó con regresar a su casa y la haría «saltar por los aires como fuegos artificiales», algo por el que Morant presentó una denuncia al sentirse amenazados él y su familia.
No es la primera vez este año que el nombre de Morant aparece en casos de amenazas y peleas fuera de la pista.
El pasado 6 de febrero, se supo que el entorno de Morant se encontraba bajo investigación de la NBA tras ser acusado por los Indiana Pacers de haber apuntado un láser rojo, posiblemente de un arma, contra unos miembros de su cuerpo técnico después de un altercado del pasado 29 de enero en Memphis.
La NBA aseguró a través de un portavoz que sus investigadores entrevistaron a varios testigos y revisaron las imágenes grabados por las cámaras de seguridad y que, pese a confirmar que hubo un fuerte altercado, de momento no «pudieron corroborar que algunas personas hayan amenazado a otras con un arma».
En el Grizzlies-Pacers del 29 de enero, Morant tuvo un altercado en el tercer período con el dominicano Chris Duarte y, al acabar el duelo, el líder de los Grizzlies se encaró en la zona de los autobuses con unos miembros del equipo visitante.
Posteriormente, Morant subió a un coche junto a su entorno y el cuerpo técnico de los Pacers asegura que vio un láser rojo apuntado contra ellos.
Según el portal ‘The Athletic’, el cuerpo técnico de los Pacers tuvo sensación de «peligro», porque tenía la convicción de que se trataba de un rifle.
Los Pacers trasladaron su preocupación a la NBA, que abrió una investigación que identificó a algunos responsables del altercado, pero que no comprobara que hubiera amenazas con un arma.
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