Tadej Pogacar
El esloveno Tadej Pogacar celebra la victoria en la cuarta etapa del Tour. EFE/EPA/CHRISTOPHE PETIT TESSON

Cuando el Tour partió de Lille el pasado sábado, todos los ojos estaban centrados en Tadej Pogacar. El esloveno, gran favorito para conseguir su cuarto Tour de Francia, tenía otros objetivos sobre la carretera, como conseguir su la centésima victoria profesional de su carrera, tarea completada a los 26 años, sinónimo de su carácter insaciable.

Ruán, la ciudad donde quemaron a Juana de Arco, entrará de lleno en el historial de un corredor tallado para marcar la historia, donde se impuso en un cerrado ‘esprint’ al neerlandés Mathieu van der Poel, que dos días antes le había batido en Boulogne-sur-Mer.

«Logra la centésima victoria es algo increíble y hacerlo con este jersey (el de campeón del mundo) y en una carrera como el Tour de Francia lo es todavía más», señaló el corredor del UAE, que muchos comparan por su insaciable apetito de triunfos al belga Eddy Merckx.

Contador de Pogacar

Pogacar, nacido en Komenda el 21 de septiembre de 1998, abrió su contador profesional en la Vuelta al Algarve de 2019, en la segunda etapa con perfil montañoso que había comenzado en Almodovar y acabó en Foia.

El esloveno terminó ganando en Portugal su primera prueba ciclista como profesional, abriendo un currículum de leyenda.

«La recuerdo perfectamente, no podré olvidarlo nunca. Cien victorias después sigue siendo un recuerdo importante para mi y ganar siempre te genera una sensación particular», aseguró el esloveno.

«Pero aquella fue mi primera victoria profesional. Antes había tenido otras, como las del Tour del Porvenir, que también sigo recordando», agregó.

Después de su triunfo en Foia, se impuso en la Vuelta a California, donde consiguió su segunda etapa y tras imponerse en el campeonato esloveno de contrarreloj dio un salto de calidad en la Vuelta a España, donde con 20 años acabó tercero de la general y se impuso en tres etapas de alta montaña.

Había nacido una estrella pero todavía era pronto para calibrar sus dimensiones. No hubo que tardar demasiado. En 2020 firmó una enorme temporada que concluyó con su primer Tour de Francia, con tres etapas en el camino.

Pogacar emergía como el ciclista de una nueva era, porque a diferencia de otros campeones que se centran solo en las carreras de tres semanas y se reveló como un gran corredor de clásicas.

Así ha ido sumando triunfos que han desembocado en los cien, 18 de ellas en el Tour de Francia, donde el año pasado ganó seis etapas. Su triunfo en Ruán supone el duodécimo de una temporada en la que ha brillado en todas las carreras que ha disputado.

Siempre adelante

La estadística es tajante con el esloveno. En casi la mitad de las etapas que ha disputado en el Tour ha acabado entre los diez primeros.

Sus cien triunfos se dividen en 57 etapas, 18 generales y 25 clásicas y aventaja al francés Arnaud Démare como el corredor en activo con más triunfos.

A los 26 años, solo dos corredores habían conseguido más triunfos que Pogacar: Freddy Maertens, que tenía 140 Merkx, que había conseguido 155.

El ‘Canibal’ belga es el que más victorias atesora de forma histórica, 279, de las que 155 las tenía con 26 años.

Pogacar supera al francés Bernard Hinault, que acabó su carrera con 149 victorias, de ellas 93 en la edad del esloveno.

Nadie duda de que el contador de Pogacar todavía no se ha detenido. El esloveno sigue siendo el gran favorito para ganar el Tour y su apetito de triunfos arrastrará otras victorias a su ya increíble palmarés.

El estado de las fuerzas de unos y otros quedará patente este miércoles en la crono de 33 kilómetros de Caen.

«Hasta ahora eran pequeñas clásicas sin mucho contenido. El verdadero test es esa crono, hay no se puede mentir, se sabrá cómo está cada uno. Mi equipo y yo estamos satisfechos de cómo ha transcurrido hasta ahora la carrera. Yo estoy muy fresco», comentó.

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