Roma.- Cientos de personas se congregaron hoy en el centro de Roma para protestar por el cierre de la hostelería a causa de la pandemia, una tensa manifestación que fue contenida por la Policía cuando trataba de desfilar sin permiso hasta el Parlamento.
La manifestación fue convocada por el colectivo «Io Apro» (Yo abro), que reúne a hosteleros, autónomos y trabajadores del mundo del deporte y de la cultura afectados por los cierres de sus sectores desde hace meses a causa de la pandemia del coronavirus.
Pero también contó con la participación de militantes del grupo neofascista Casa Pound, como uno de sus principales exponentes, Luca Marsella, concejal en el Ayuntamiento de la capital y que se encaró con los agentes con la mascarilla bajada alegando su «derecho» a protestar.
Unas quinientas personas, llegadas de varias ciudades del país, se congregaron en la céntrica plaza San Silvestro con la intención de llegar a la plaza de Montecitorio, donde se encuentra la sede de la Cámara de los Diputados, y el Palacio Chigi, sede del Ejecutivo.
Sin embargo, un cordón policial con antidisturbios lo impidió, ya que la protesta no contaba con la autorización de la Delegación del Gobierno, confirmaron a Efe fuentes de la Jefatura de la Policía.
Esto provocó algunos momentos de tensión, que quedaron en gritos y el lanzamiento de petardos contra los agentes.
La participación en la convocatoria está muy por debajo a las 20.000 personas que el colectivo «Io Apro» había prometido llevar a Roma si el Gobierno de Mario Draghi no permitía la reapertura de todos los comercios en el país, muy golpeados por la crisis.
En estos momentos la mayoría de las regiones italianas se encuentran en nivel medio de alerta, que establece el cierre de bares y restaurantes todos los días de la semana con la posibilidad de ofrecer a domicilio hasta el toque de queda, a las 22.00 horas locales (20.00 GMT), aunque muchos están optando por no abrir.
Una situación que, salvo anuncio contrario de las autoridades, no cambiará hasta el 30 de abril, cuando expiran las actuales medidas.
No obstante el líder ultraderechista Matteo Salvini, cuyo partido está presente en el Gobierno «de unidad nacional» de Draghi, está presionando para permitir la reanudación de los comercios allí donde los datos de contagio lo permitan.
Salvini, que no ha participado en la manifestación, ha pedido a estas personas que respeten a las fuerzas del orden y mantengan la calma y ha avanzado que algunos representantes de su partido, la Liga, escucharán sus peticiones: «Solo quieren trabajar», alegó.
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