El viceministro de Interior polaco, Marcin Wasik, confirmó este miércoles que se enviarán 2.000 soldados a la frontera con Bielorrusia en lugar de los 1.000 anunciados hace pocos días.
En una entrevista de televisión, Wasik declaró que el comité de Defensa del Consejo de ministros formuló la petición de reforzar el contingente militar en esa zona y que el ministro de Defensa, Mariusz Blaszczak, aprobó la decisión.
El pasado 2 de julio, el Gobierno polaco anunció que destacaría 500 policías antidisturbios y cuatro vehículos equipados con cañones de agua a la frontera bielorrusa, y el pasado lunes se supo que se añadirían 1.000 soldados a las fuerzas destinadas allí. El anuncio de hoy amplía a 2.000 esta última cifra.
Según afirmó hoy el viceministro Wasik, «la presión (en la frontera) está creciendo y es incomparable a cómo era hace dos años, porque los intentos de cruces ilegales ahora están más organizados y cuentan con la ayuda logística de los bielorrusos».
«Si tuviéramos verdaderos guardias fronterizos del otro lado, y no servicios de contrabando, estos cruces no existirían en absoluto», añadió.
Desde finales de 2020 se ha generado una situación que Polonia califica de «guerra híbrida» en la frontera polaco-bielorrusa, con el flujo de cientos de migrantes que tratan de entrar de manera ilegal en Polonia y que cuentan con la connivencia del régimen de Aleksander Lukashenko.
Ese flujo alcanzó su apogeo en ese año y desde entonces ha disminuido el número de cruces ilegales, según los escasos datos oficiales disponibles, que indican sin embargo que ha habido un repunte en los últimos dos meses.
Con la llegada, prevista para las dos próximas semanas, de estos refuerzos, Polonia habrá estacionado en su frontera con Bielorrusia unos 5.000 guardias fronterizos, 4.000 soldados, unos 1.000 policías y un número variable de miembros de la Fuerza de Defensa Territorial -voluntarios paramilitares-.
Por otra parte, y después de que dos helicópteros militares de Bielorrusia invadiesen el espacio aéreo polaco hace unos días, se ordenó el traslado de varios helicópteros de combate a bases cercanas a la frontera.
Varsovia sigue con preocupación el acantonamiento de mercenarios del grupo Wagner en territorio bielorruso y, según el ministerio de Defensa polaco puede haber entre 4.000 y 8.000 de ellos en varios puntos del país.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, alertó hace poco de que «habrá nuevas provocaciones» de Minsk en la región y afirmó que «con la ayuda de los rusos, están poniendo a prueba la capacidad de reacción de Polonia y de sus aliados» de la OTAN.
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