“En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos: Cuídense de los falsos profetas: se presentan ante ustedes con piel de ovejas, pero por dentro son lobos feroces. Ustedes los reconocerán por sus frutos. ¿Cosecharían ustedes uvas de los espinos o higos de los cardos? Lo mismo pasa con un árbol sano: da frutos buenos, mientras que el árbol malo produce frutos malos. Un árbol bueno no puede dar frutos malos, como tampoco un árbol malo puede producir frutos buenos. Todo árbol que no da buenos frutos se corta y se echa al fuego. Por lo tanto, ustedes los reconocerán por sus obras”.

Reflexión hecha por Luis Perdomo Animador Bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana, Venezuela

La Iglesia universal celebra hoy la Fiesta, entre otros santos, en honor a San Irineo, obispo y mártir. Nació en el Asia Menor hacia el año 125 y como lo dice en su carta, tuvo el privilegio de ser educado por San Policarpo, un santo que fue discípulo del evangelista San Juan. Es considerado como uno de los Padres de la Iglesia, porque en la antigüedad con su sabiduría y sus escritos libró a la cristiandad de las enseñanzas heréticas de los Gnósticos.

En la liturgia del día meditamos los textos: Gen 15,1-12.17-18; Sal 104 y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO, según San Mateo, capítulo 7, del verso 15 al verso 20. donde se destaca la explicación que JESÚS dirige a sus discípulos, para que estén alerta frente a todos los que fomentan la división, la mentira y la violencia, aun cuando se haga pasar como servidores de una causa justa. Es probable que Mateo cite estas Palabras de JESÚS a propósito de algunos que se daban el título de profetas en la Iglesia primitiva y que tal vez habían recibido dones del Espíritu, pero que, en vez de ponerlo al servicio de la comunidad, los utilizaban para el usufructo personal.

Muy pertinente es saber que muchos de los profetas que se nombran en la Biblia, se cubrían con una piel de oveja, como señal de austeridad, pero no todos actuaban de acuerdo a los designios de DIOS, esos son los lobos disfrazados de ovejas, lo que nos hace entender de una mejor manera que siempre ha habido falsos profetas en el mundo. Esos son los profetas de la felicidad cómoda, que siempre buscarán como justificar sus desviaciones y si la Palabra de DIOS los condena, muchos dirán que esa Palabra ha sido mal interpretada. Por eso es que las Enseñanzas de JESÚS, son muy prácticas y fáciles de entender; lo difícil es hacerlas realidad. A Él no le importa la palabrería, ni las apariencias, eso no es lo que le agrada, sino más bien un Testimonio de vida cónsono con lo que Él nos Enseña.

Al confrontarnos con el texto y ponerlo en la balanza con el día a día de nuestras vidas, podemos ver que hay muchas personas que hacemos alarde de lo que no somos; y por eso es que con frecuencia oímos hablar de estafadores que se hacen pasar por quienes no son para aprovecharse de la buena fe de los demás. Pudiendo constatar que, en todos los sectores de nuestra sociedad existen estafadores falaces. Los vemos en el sector político tanto los que están en el gobierno, cómo los que dicen llamarse de la oposición, porque estando en sus posiciones de gobierno o en la conducción de un partido, no cumplen con las ofertas hechas a sus compañeros de tolda, sino que, desde sus posiciones de poder, trabajan exclusivamente para su lucro personal.

En el sector económico hay ladrones que se hacen pasar por comerciantes honestos y terminan robando a sus semejantes, con ofertas engañosas, productos de mala calidad, sobreprecios o balanzas truncadas. Pero lo que es más lamentable son los estafadores que existen en el sector religioso, que se presentan como líderes espirituales, o como ungidos de DIOS, predicando falsas doctrinas y teologías retribucionistas para hacer caer a los incautos, y que en vez de ser servidores al estilo de JESÚS y de buscar el beneficio de la comunidad y de quienes se acercan a ella, como lobos rapaces, solo buscan su propio interés.

Por eso es que JESÚS nos advierte sobre estas falsas espiritualidades para que no caigamos en esos engaños y nos mantengamos firmes en el Evangelio que Él nos ha dado. De allí que hoy sea el día para preguntarnos: ¿Las actividades que diariamente desarrollo para interactuar con mis semejantes tanto en el ámbito político, económico, laboral, o religioso llevan la impronta de las enseñanzas de JESÚS, o van marcadas por los intereses individualista y egoístas del mundo?

Señor JESÚS, concédenos el discernimiento de Tu Espíritu para que podamos reconocer el engaño presente en el mundo, denunciemos con valentía las falsas posturas y asumamos con autenticidad nuestras limitaciones humanas, tanto materiales como espirituales.

Amén

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