Desde el año 2005 y gracias a una fórmula pseudomatemática sin base científica del psicólogo Cliff Arnall, se denominó al tercer lunes de enero como el día más triste del año o Blue Monday.
Arnall trató de averiguar a través del cálculo matemático cuándo había una mayor predisposición de los consumidores a reservar las vacaciones.
Fue entonces cuando dio con una fórmula que ofreció un resultado «favorable» en el ámbito del marketing y se quedó para ser aprovechado por algunas marcas y establecimientos.
La ecuación es así: [W+(D-d)]xTQ/MxNA. La W es el tiempo meteorológico que se registra; la D mayúscula son las deudas; la d minúscula es el salario; la T se refiere al tiempo que ha transcurrido desde Navidad; la Q es el tiempo que ha pasado desde que se intentó lograr una meta sin éxito; la M es motivación y la NA es la necesidad de emprender nuevas acciones. El resultado fue el tercer lunes de enero de cada año, explica Eldiario.com.
En la cultura anglosajona, blue (azul) es algo más que un color y se utiliza para hablar de la tristeza, de ahí que el profesor Arnal lo tomara prestado para designar este día. En este año el denominado Blue Monday podría ser, incluso, el día más triste que los anteriores, pues se conmemora en medio de la pandemia del coronavirus.
Tras la falta de rigor científico de esta fórmula el gremio científico se vio en la obligación de pronunciarse para desmentirla. Incluso, el propio Arnal, quien se define en redes sociales como psicólogo, coach y consultor de felicidad, es también activista del movimiento #StopBlueMonday, iniciado en el año 2016, para desterrar con este mito expandido a lo largo de los años.
Aun así, científicos alegan que lo que sí es verdadero es lo que se conoce como tristeza invernal, conocida clínicamente como Trastorno Afectivo Estacional (TAE).
Es una forma de depresión que las personas experimentan generalmente durante los meses de otoño e invierno cuando hay menos luz solar.
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