El presidente de Bolivia, Luis Arce, envió una carta al papa Francisco para hacerle conocer sobre las denuncias por abusos sexuales y pederastia en contra de varios sacerdotes y pedirle una revisión conjunta de los antecedentes de los religiosos extranjeros que ingresaron al país.
«Esta situación ha provocado en la población boliviana un profundo dolor, repudio y frustración, sentimientos a los que me adhiero como primer mandatario de mi país», señala Arce en la misiva que fue leída este lunes a los medios por la ministra de la Presidencia, María Nela Prada.
Arce manifiesta su repudio y rechazo a esas acciones y espera más que «comunicados» de parte de la institución aludida y que se pase a la acción para que haya «justicia y que estos hechos no vuelvan a cometerse utilizando la fe y la Iglesia en busca de la impunidad».
«Pido a usted que la justicia boliviana pueda acceder a todos los archivos, expedientes e información referentes a estas denuncias y hechos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes y religiosos católicos en territorio boliviano», detalla el presidente en la misiva enviada al Vaticano.
Arce también le manifiesta al papa que el Gobierno boliviano hace varias décadas «otorgó a los miembros extranjeros de la institución eclesiástica facilidades de ingreso» al país, «permanencia y hasta la adquisición de la nacionalidad, con el fin de que pudieran cumplir una misión religiosa y educativa», pero que fue «mal utilizado».
«Acudo a usted hermano Francisco para solicitarle la revisión conjunta con nuestro Gobierno nacional de los antecedentes de los sacerdotes católicos extranjeros que actualmente se encuentran en el Estado Plurinacional de Bolivia, pues ningún sacerdote con antecedentes (…) debe estar desempeñándose como educador o guía espiritual», indica en la carta.
Las denuncias por pederastia en el país se dieron luego de que el medio español El País publicara una investigación sobre un diario del jesuita español fallecido Alfonso Pedrajas, en el que hace referencia a los presuntos abusos que perpetró a decenas de niños cuando estuvo al frente del Colegio Juan XXIII en Bolivia, desde 1971.
También está abierto un proceso por el caso que en febrero de 2019 dio a conocer EFE sobre el jesuita Luis Roma, ya fallecido, que fue denunciado por un exmiembro de la Compañía de Jesús, que pidió el anonimato, y que basó las acusaciones en una treintena de fotografías explícitas en las que dijo reconocer al supuesto agresor de varios menores de entre 6 a 12 años.
RESERVA DE INGRESO
Además, Arce le informa que Bolivia está trabajando en «mecanismos de fortalecimiento del control y revisión de los antecedentes personales para el ingreso a territorio boliviano de nuevos sacerdotes y religiosos católicos extranjeros».
«El Estado boliviano se reserva el derecho de admitir el ingreso de nuevos sacerdotes y religiosos extranjeros a territorio nacional que tengan estos antecedentes de abuso sexual contra menores, entretanto se proceda con la revisión de los acuerdos y convenios vigentes», afirma.
En esta jornada la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) anunció la llegada de un alto funcionario del Vaticano al país para «analizar» las acciones ante las denuncias por pederastia y abusos sexuales en contra de varios sacerdotes, algunos ya fallecidos, que son investigadas por la Fiscalía.
El Ministerio Público ha recibido hasta ahora ocho denuncias por pederastia en contra de sacerdotes, ha allanado instalaciones de la Compañía de Jesús y dispuso la reserva de las investigaciones de los presuntos abusos sexuales a menores que se han extendido a varios departamentos del país.
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