“Estamos pasando mucha hambre” es la frase que repiten constantemente los presos del Centro Penitenciario de Occidente en Santa Ana, estado Táchira, cuando se comunican con sus seres queridos.
El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) constató que 1.450 presos se encuentran en precarias condiciones, 200 mujeres y 1.250 hombres en el penal que se divide en I, II y anexo de mujeres, reseñó La Prensa de Táchira.
Aseguraron que en lo que va de año no han ingerido proteína. A diario comen “chocheco”, un tipo de plátano pequeño llamado de esa forma en la región, gracias al familiar de un recluso que los donó a la prisión. Además reciben arepas de harina de trigo sin relleno.
os privados de libertad aseguran que efectivamente reciben las tres comidas diarias, pero el mismo menú y en mínimas porciones. En ocasiones han llegado a comer solo remolacha y zanahoria, mientras, en el anexo femenino, solo han recibido sopa, panquecas y arepas de harina de trigo sin relleno.
Las autoridades del penal solo les informan que “la comida viene en camino”, pero desde el mes de enero el camión viene de Barinas y nunca termina de llegar, relataron los presos.
Los familiares y reclusos solicitaron que en vista de que no hay comida para toda la población penal, les permitan el suministro de alimentos crudos por parte de sus familias, para evitar que se sigan enfermando.
En el estado Táchira se volvieron a incrementar las horas de racionamiento de electricidad. Los tachirenses sobreviven a cortes de luz de entre 8 y 12 horas diarias, mientras que en la cárcel de Santa Ana permanecen hasta 24 horas sin servicio eléctrico.
El equipo del OVP constató que la situación del racionamiento eléctrico es bastante grave. De hecho, el penal no cuenta siquiera una planta eléctrica.
El Nacional
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