Tiflis.- El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, descartó este lunes que vaya a dimitir por el acuerdo que firmó junto a Azerbaiyán para parar la guerra en Nagorno Karabaj, al afirmar que, pese a las protestas, su propósito en estos momentos es devolver la estabilidad a su país.

«En mi agenda solo hay un tema: garantizar la estabilidad en mi país. No hay ningún otro asunto», afirmó durante una rueda de prensa telemática a medios nacionales, tras ser preguntado sobre la posibilidad de su renuncia como pide desde hace días la oposición en las calles de Ereván.

El jefe del Gobierno armenio volvió no obstante a aceptar su responsabilidad en la derrota en Nagorno Karabaj.

«Yo entiendo que debo afrontar el juicio de mi pueblo. Pero en este caso el pueblo debe conocer todas las circunstancias, debe dialogar con los militares, con la oposición, con el Gobierno», señaló.

Según Pashinián, ya en 2018 las conversaciones en torno al Karabaj cruzaron el punto de «no retorno» en el que la comunidad internacional llegó al consenso de que Armenia debía entregar los territorios azerbaiyanos ocupados «sin condiciones previas», algo con lo cuál no estaba de acuerdo, pero que no pudo cambiar.

No obstante, defendió la continuidad las Fuerzas Armadas de autoproclamada república de Nagorno Karabaj, al señalar que «continuarán existiendo» y deberán «desarrollarse, fortalecerse y ser garante de la soberanía de Artsaj», nombre armenio del enclave separatista.

Respecto a las protestas que se han desatado en el país tras el acuerdo de paz con Azerbaiyán bajo el auspicio de Rusia, el primer ministro señaló que no tiene la intención de desatar una guerra civil, de lo cual fue acusado tras invitar a los militares que combatieron en el Karabaj a Ereván.

«Muchos militares que retornan expresaron su deseo de reunirse conmigo. Estuve de acuerdo, me reuniré con ellos, y tras ese encuentro quedará claro que la dirección política y militar de Armenia no traicionó al Karabaj», comentó.

Según Pashinián, los militares «regresan a Ereván sin armas».

«Así que todos esos dichos sobre una guerra civil son manipulaciones», recalcó.

Armenia se enfrenta en estos momentos a una grave crisis política desatada tras la firma del «doloroso» -según Pashinián- acuerdo con Azerbaiyán para poner fin a la guerra que se desató el pasado 27 de septiembre.

La oposición del país exige la dimisión inmediata del jefe del Gobierno, al que acusa de «traidor».

Esta fue la razón por la que la oposición no participó este lunes en una reunión del primer ministro con los diputados a la que acudieron solo representantes del partido oficialista Mi paso.

Pashinián respondió durante dos horas a las preguntas de los legisladores acerca del conflicto en Nagorno Karabaj y anunció también cambios en el Ejecutivo a lo que siguió enseguida la renuncia del ministro de Exteriores, Zohrab Mnatsakanián.

A su vez, el Ministerio de Defensa de Rusia informó que ha finalizado el despliegue de los puestos de control en la zona del conflicto de Nagorno Karabaj para supervisar el cumplimiento del acuerdo firmado entre las partes beligerantes.

Al mismo tiempo, continúa el traslado de las tropas de paz rusas y su equipamiento a la región para lo que desde el pasado 10 de noviembre se realizaron más de 140 vuelos.

 

EFE

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