Ciudad Guayana.- La parroquia San Buenaventura, ubicada en El Roble, San Félix, ha venido impulsando programas de ayuda social.

Jesús Jiménez, coordinador de programas sociales de la parroquia San Buenaventura, manifiesta que trabajan en seis proyectos.

Con el objetivo de brindar una mano amiga a aquellas personas, que habitan en sectores menos favorecidos. Específicamente aquellos que requieren alimentos y medicinas.

La Arepa Comunitaria, La Arepa Parroquial, Almuerzo y Cena para niños en varios sectores e intercambio de medicinas. La ayuda comunitaria y parroquial se realiza una vez al mes.

El equipo de animación pastoral (Epap) conjuntamente con la coordinación de programas sociales, son los encargados de organizar la entrega de las arepas a los niños en situación de extrema pobreza en aproximadamente 10 zonas.

UD-103, UD-107, Las Delicias, Roble Sur, Roble Norte, Las Parcelas, Paramaconi, La Lucha, Manoa y La Laja, son algunos de los sectores que reciben el alimento venezolano.

Centro de intercambio

En el caso de ayuda medicinal, los ciudadanos se registran en la oficina de la coordinación programas sociales de la parroquia para tener un registro del medicamento, que solicita.

Jiménez explica, que el intercambio de medicinas se apoya en los medicamentos traídos por las personas de distintas comunidades y, que no necesitan o requieren de otra en particular. 

«Desde el mes de enero de este año, estamos trabajando como centro de intercambio de medicinas».  

Agrega que han tenido mucha receptividad con este programa, hasta ahora tienen 1265 personas, que se han visto beneficiadas.

Los medicamentos más solicitados son los antihipertensivos, malestar general o dolor y migrañas.

«Las ayudas o tratamientos para el cáncer se donan, no se realiza intercambio», aclara.

Si no posee medicinas para intercambiar puede realizar otro aporte. 

Programa vacacional 

De acuerdo a lo informado por Jiménez, ahora que los niños disfrutan de un receso escolar pueden aprovechar para aprender algún oficio.

Esta formación consiste en talleres de panadería, repostería, dibujo, timbrado de franelas, entre otros.

«Ya comenzamos con pan salado, luego continuaremos con golfeados», detalla.

A estos cursos pueden asistir niños desde los cinco años.

Para los jóvenes también se dictarán cursos de física, química, matemáticas, inglés, asistente de farmacia, asistente de laboratorio, reparación de computadoras, peluquería, entre otros.        

Se tiene previsto mantener activas estas actividades de capacitación hasta el mes de septiembre.

En este sentido, Jiménez extiende la invitación para que participen en esta programación especial para esta vacaciones.

Para mayor información pueden acercarse a la sede de la iglesia San Buenaventura, en El Roble.

Por Yessika Muñoz

[email protected] 

 

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