“En aquel tiempo Entonces la madre de Santiago y Juan se acercó con sus hijos a Jesús y se arrodilló para pedirle un favor. Jesús le dijo: «¿Qué quieres?» Y ella respondió: «Aquí tienes a mis dos hijos. Asegúrame que, cuando estés en tu reino, se sentarán uno a tu derecha y otro a tu izquierda.» Jesús dijo a los hermanos: «No saben lo que piden. ¿Pueden ustedes beber la copa que yo tengo que beber?» Ellos respondieron: «Podemos.» Jesús replicó: «Ustedes sí beberán mi copa, pero no me corresponde a mí el concederles que se sienten a mi derecha y a mi izquierda. Eso será para quienes el Padre lo haya dispuesto.» Los otros diez se enojaron con los dos hermanos al oír esto. Jesús los llamó y les dijo: «Ustedes saben que los gobernantes de las naciones actúan como dictadores y los que ocupan cargos abusan de su autoridad. Pero no será así entre ustedes. Al contrario, el de ustedes que quiera ser grande, que se haga el servidor de ustedes, y si alguno de ustedes quiere ser el primero entre ustedes, que se haga el esclavo de todos; hagan como el Hijo del Hombre, que no vino a ser servido, sino a servir y dar su vida como rescate por una muchedumbre.»

“Reflexión hecha por Luis Perdomo Animador Bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana. Venezuela

La Iglesia Universal celebra hoy la fiesta entre otros santos en honor a San Santiago Apóstol, o Jacobo de Zebedeo, conocido en la tradición cristiana como Santiago el Mayor para distinguirlo del otro discípulo homónimo, fue uno de los doce apóstoles. Nació probablemente en Betsaida, Galilea. Fue hijo de Zebedeo y Salomé, y hermano de Juan el Apóstol. Es el patrón de España y evangelizador del norte de la Península Ibérica.

En la liturgia del día meditamos los textos: 2Cor 4,7-15; Sal 66 y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO, Según San Mateo capítulo 20, del verso 20 al 28, Donde se narra la petición que hace la mamá de Santiago y Juan para que sus hijos ocuparan los primeros puestos en un hipotético gobierno terrenal de JESÚS, tal como lo han hecho grandes caudillos que han despertado las pasiones y las admiraciones de la gente del común, para finalmente someterlos.

Tal petición genera un rechazo en el resto del grupo y es aprovechada por JESÚS para darles una catequesis sobre la diferencia entre el Reino de DIOS y los reinos efímeros de quienes gobiernan las porciones de tierra y de súbditos bajo su mando, los cuales dominan de manera despótica.

JESÚS propone un estilo en la que desaparece el autoritarismo, el control de unos sobre los otros, es decir el fin de la tiranía. Él predica con el ejemplo, que ha venido a servir, y su servicio a la humanidad será su muerte voluntaria: «Se hizo obediente, tomó la condición de esclavo y murió en una cruz» (Fil 2,9). Beber la copa y bautizarse son expresiones que indican, en forma figurada, los sufrimientos y la muerte de JESÚS, y es la invitación que hace a sus seguidores de todos los tiempos.

Al confrontarnos con el texto y ver la conducta de muchos jefes de Estado de la actualidad que antes de ser elegidos prometen gobernar para el bien de todos, porque tal como lo indica la mayoría de las constituciones de sus respectivos países, ellos son empleados de los ciudadanos. Pero lamentablemente al llegar al poder hacen todo lo contrario, y someten a sus gobernados, a sus incontables caprichos, que desdice mucho de su condición de servidores públicos. Lo triste es que no son solo ellos, también muchos de los que nos llamamos seguidores de JESÚS, en muchos momentos hemos protagonizado hechos despóticos en contra de nuestros semejantes.

Entonces podemos inferir que todos esos hechos y momentos, nos invitan a revisar nuestras conductas sobre cómo ha sido y como es el trato que le damos a quienes el Señor nos ha confiado para que los conduzcamos, o coordinemos, es decir nuestros hijos, nuestros empleados si es que los tenemos, nuestros subalternos si somos jefes en alguna empresa o corporación, también si nos corresponde ser coordinadores de algún grupo pastoral, donde muchas veces nos creemos los dueños o los indispensables.

De tal manera que hoy es el día para preguntarnos: ¿alguna vez me he sentado a reflexionar el lema de vida de Santa Teresa de Calcuta, de que “quien no vive para servir, no sirve para vivir? ¿Desde la óptica de JESÚS cómo debe de ser un jefe, solo para someter a los demás o para orientar al grupo en aras del bienestar colectivo? ¿Cómo jefe de familia, de un grupo laboral, social o eclesial he tratado de dar lo mejor de mí o he tratado de vejar, explotar o anular a mis semejantes?

Señor JESÚS, te pedimos la fortaleza de Tu Espíritu para que cada uno de tus seguidores, podamos compartir Tu misión y Tu destino, ejerciendo la autoridad Evangélica como servicio de Amor y de entrega hacia nuestros semejantes, especialmente a los que no tienen nada.

Amén

¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!

Facebook X Instagram WhatsApp Telegram Google Play Store