Un golpe de calor es un trastorno que sucede en el cuerpo cuando una persona se expone a altas temperaturas de forma extrema o prolongada. Puede ser extrema cuando se trata de rutinas de ejercicio bajo el sol, por ejemplo, y prolongada cuando se habita en altas temperaturas o se pasa mucho tiempo bajo el sol directo.

Por ejemplo, existen varios casos de deportistas que durante su rutina de ejercicio se desmayan o quedan inconscientes y esto sucede por una elevación de su temperatura que desequilibra el cuerpo y causa daños importantes. Por eso, es fundamental mantenerse hidratados durante el ejercicio y de preferencia no exponerse al sol directamente.

Durante un golpe de calor lo que sucede en el cuerpo es que este eleva su temperatura a más de 40ºC, algo que en poco tiempo puede ser dañino para varios órganos. Esto pasa porque, de manera regular, el cuerpo balancea su temperatura con sudor, pero si esto ya no es suficiente, las células empiezan a dañarse y a descompensar el cuerpo.

¿Cómo detectarlo?

Un golpe de calor se manifiesta mediante la elevación de la temperatura (la cual habría que medir con un termómetro), por una respiración agitada, mareos, confusión, somnolencia, náusea y vómito, comportamiento extraño, dolor de cabeza, enrojecimiento de la piel y un ritmo cardíaco acelerado. No todos los síntomas aparecen de la misma forma en las personas, por lo que solo algunos de ellos ya pueden ser una importante señal de que algo no anda bien.

Además, algunos medicamentos como los antidepresivos, cuyo consumo aumentó significativamente durante la pandemia, pueden hacer que el cuerpo tenga dificultad para regular su temperatura y las personas que los toman sean más susceptibles a un golpe de calor. Así que es importante mantenerse atento a las señales sin ignorarlas.

¿Qué hacer?

Cuando una persona presenta un cuadro de golpe de calor y ya se identificaron algunos o varios síntomas, es importante actuar de manera veloz. Y es que el cuerpo puede sufrir importantes daños de manera permanente o incluso la muerte, cuando algunos órganos vitales se ven afectados. Así que primero que nada, mantén la calma pero actúa con precisión.

Se recomienda que, contactar a un profesional de la salud para que te ayude a atender las necesidades de la persona que estés ayudando. Sin embargo, lo más importante de recordar es que primero debes ayudar a la persona a reducir su temperatura corporal (o si quien tiene un golpe de calor eres tú y estás solo, entonces debes recurrir a las mismas medidas por tu cuenta, de ser posible).

Para ello, puedes introducir a la persona con el golpe de calor a una tina con agua fría y algunos hielos para que su temperatura se vaya regulando y para que sus signos vitales se mantengan. Si no hay una tina a la mano, debes mojar con agua fría algunas toallas y colocarlas sobre el cuerpo.

Después, es bueno acudir a un doctor para saber que todo esté bien y no haya daño permanente en el cuerpo. Pero es muy importante que esto se haga solo cuando la temperatura ya se haya regulado y esté a menos de 38ºC, ya que el cuerpo puede pasar unos 30 minutos con una temperatura de más de 40ºC, pero más tiempo puede hacerle daño a su salud. Por eso, también es muy importante saber qué medidas debes tomar si presentas fiebre.

Recuerda que aunque esta información pueda ser un poco delicada y que los golpes de calor causan nervios y estrés, si una persona está experimentando uno, es muy importante mantener la calma para ayudarla antes, durante y después de este proceso.

Con información de GQ

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