Filadelfia, Estados Unidos. La superestrella de Los Angeles Lakers, el alero LeBron James, de Los Angeles Lakers, se convirtió este sábado en el tercer máximo encestador en la historia de la NBA al superar al legendario exescolta Kobe Bryant, quien también militó toda su carrera profesional con el equipo californiano.
El alero estrella de los Lakers lo hizo con una penetración perfecta tras recibir asistencia de su nuevo compañero esta temporada el pívot Anthony Davis.
El vídeo del campo de inmediato dio a conocer la marca conseguida por James y los seguidores de los Sixers, puestos de pie, le tributaron una gran ovación, mientras la estrella de los Lakers se iba a un tiempo muerto para darles la mano con sus compañeros.
En el momento que James consiguió la canasta de la nueva marca, los Lakers estaban abajo en el marcador con una desventaja de 20 puntos (74-54), que no pusieron superar y al final perdieron por 108-91.
Aunque James intentó superar la marca en la primera parte al final no lo pudo conseguir tras quedarse con 14 puntos, incluidos seis en el cuarto inicial, después que falló un tiro desde fuera del perímetro con menos de dos minutos por jugarse en el segundo cuarto.
James concluyó el partido histórico como líder de los Lakers al conseguir 29 puntos que ponen la nueva marca en 33.655, además de capturar siete rebotes -defensivos- y repartir ocho asistencias en 35 minutos que vio acción.
El ganador de cuatro premios de Jugador Más Valioso (MVP) de la liga completó un ascenso metódicamente estudiado en la lista de los mejores encestadores de todos los tiempos, dejando atrás en el camino a grandes legendarios en la historia de la NBA.
James se encargó en el 2017 de superar al expívot de los Lakers, Shaquille O’Neal, el autoproclamado «Most Dominant Ever» y al siguiente, en el 2018, hizo lo propio con el legendario Wilt Chamberlain, el único que consiguió en un partido llegar a los 100 puntos.
Entonces, en el 2019 se encargó de desbancar también en la lista de los máximos encestadores a otro legendario como Michael Jordan, en la lucha que mantiene por definir el título de quien de los dos es el mejor de todos los tiempos.
Este sábado, James viajó a la ciudad de Filadelfia, donde nació Bryant, el jugador que le precedió en los Lakers como la superestrella, y con la necesidad de conseguir 18 puntos para superarlo en el tercer lugar de la lista de todos los tiempos de los encestadores y eso fue lo que consiguió.
Estos hitos se han producido con tanta frecuencia y con tanta coherencia que han comenzado a desdibujarse en una neblina de algo que tiene que suceder a la fuerza.
Cuando James, de 35 años, pasó a Jordan, su héroe de la infancia, recibió un aplauso de la multitud local en el Staples Center, pero no una ovación abrumadora.
La reacción silenciada fue influenciada por su estado de recién llegado a Los Ángeles, pero también por su distancia de la mortalidad del baloncesto, dado que no estaba en juego que se acercase su retiro sino todo lo contrario que tendría la oportunidad de ofrecerle noches llenas de gloria.
James «The King» continúa compilando puntos sin signos importantes de desaceleración a pesar de la edad que posee cuando lo normal es que los atletas comiencen el declive de sus carreras.
Está promediando más de 25 puntos por decimosexta temporada consecutiva, y ha jugado en todos menos dos partidos en la presente.
Pasar los 33.643 puntos de Bryant fue solo cuestión de tiempo, y el hito es un recordatorio de que James podría algún día destronar hasta el mítico Kareem Abdul-Jabbar como líder encestador de todos los tiempos.
Desde el retiro de Abdul-Jabbar en 1989, su total de 38.387 puntos en su carrera se ha convertido en uno de los récords intocables del baloncesto.
Durante una carrera de 20 años, el maestro de todos los pivotes que patento el famoso tiro del «skyhook» promedió más de 20 puntos por partido en 17 temporadas y jugó al menos 74 encuentros en 18 temporadas.
Al igual que James, Abdul-Jabbar fue una máquina que superó tanto a los rivales como al tiempo y dejó poco margen de error a las estrellas que en el futuro quisieran retarle.
Jordan era el llamado a alcanzarlo, pero puso en peligro sus posibilidades de superar a Abdul-Jabbar con su primer retiro y los perdió con el segundo.
El declive físico de O’Neal en sus 30 años le impidió dar un empujón serio, y la rotura del tendón de Aquiles de Bryant en 2013 desvaneció sus esperanzas.
La leyenda del legendario exala-pívot de los Utah Jazz, Karl Malone, fue el más cercano, terminando con 36.928 puntos durante una carrera de 19 años, pero se topó con el muro de la edad a los 40 años y tuvo que conformarse con ocupar el segundo puesto.
EFE
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