Los pies sudan más que el resto del cuerpo por la gran acumulación de glándulas sudoríparas que se concentran en esta parte del organismo, unas 250.000 en total. Una abundancia que se repite, en menor medida, en otras partes como las axilas, las manos y las ingles.
La función principal de estas glándulas es regular la temperatura de nuestro cuerpo a través del sudor. El característico olor de pies se produce cuando las bacterias presenten en la superficie de nuestra piel descomponen el sudor.
Sin embargo, no todos los sudores huelen igual y las causas de este molesto olor pueden ser múltiples:
- Hormonas. Algunos cambios hormonales, como la adolescencia, pueden afectar al normal funcionamiento de nuestro organismo y provocar una mayor sudoración.
- Estrés. Otra de las causas que pueden hacer que tus pies huelan más de lo habitual es el estrés. Ante una situación de estrés, el organismo libera algunas hormonas que activan las glándulas sudoríparas, produciendo más sudor. Es recomendable llevar un ritmo de vida más relajado. Los masajes podales pueden ayudarte a relajarte y sentir una mejor sensación de bienestar en los pies.
- Alimentación. Entre los alimentos reconocidos que incrementan el sudor podemos encontrar algunos como el picante o la cafeína. Por otro lado, ingerir alimentos de hoja verde puede contribuir a reducir la intensidad del olor del sudor.
- Hongos. El riesgo de mal olor en los pies aumenta si nuestros pies se ven afectados por algún tipo de hongo en los pies, como el característico pie de atleta, de fácil contagio en suelos, duchas o piscinas.
- Bacterias. La mayoría de los olores corporales desagradables son causados por bacterias: el del sudor, el mal aliento y el de pies. En el caso de los pies, es una bacteria concreta, Brevibacterium linens, que descompone células muertas de la piel humana, convirtiendo aminoácidos en metanotiol, el compuesto responsable de este particular aroma.
- Humedad. Un ambiente húmedo prolongado es el hábitat ideal para el crecimiento de hongos. Por eso es importante mantener los pies secos, especialmente en el espacio que hay entre los dedos.
- Hiperdrosis. La sudoración excesiva tiene un nombre, hiperdrosis, y puede aparecer ya sea por otra enfermedad o como efecto colateral de alguna medicación. Esta enfermedad afecta a un 5% de la población, es hereditaria y suele manifestarse por primera vez en la adolescencia, afectando principalmente a pies, axilas, manos y cuero cabelludo. Es recomendable que consultes con un médico especialista; el exceso de sudor se puede tratar y la sensación de molestia se puede aliviar.
La mejor prevención para evitar el mal olor de los pies es, en la mayoría de los casos, mantener unos pies frescos y sanos. En este sentido, es conveniente lavar los pies diariamente con agua y jabón, cambiar diariamente el calzado para permitir que se evapore la humedad del mismo, utilizar zapatos transpirables y de calidad, y ponernos calcetines o medias de fibras naturales, como el algodón, el hilo o la lana.
Además, las medidas de higiene deben ser cuidadosas. Idealmente, el uso de productos para eliminar este molesto olor de pies debe incluir ingredientes antimicrobianos y antifúngicos:
- Jabón antiséptico. Lávate los pies dos veces al día con un jabón antiséptico, y preferentemente líquido, con el que reducir la presencia de bacterias en los pies. Tras cada lavado, es crucial secar concienzudamente los pies para evitar la humedad en los pies y reducir, así, el riesgo al crecimiento de los hongos causantes del mal olor.
- Desodorantes. Algunos desodorantes incluyen agentes fungicidas y antibacterianos que, aunque no reducen la sudoración, eliminan las bacterias que provocan el mal olor en los pies. Los más prácticos, son los desodorantes de pies en formato spray. Además de aportar una mayor sensación de frescor, se pueden aplicar en el interior del calzado. El formato polvo es ideal para mantener los pies secos, ya que los polvos absorben y eliminan el exceso de humedad en la piel.
- Antitranspirantes. Estos productos suelen tener una base de silicio o sales de aluminio y tienen la misión de impedir la creación de un ambiente húmedo y, de esta forma, reducir la sudoración de los pies.
Para el cuidado de los pies, toma nota de estos consejos
Con frecuencia, el cuidado de los pies no parece importante para nuestra salud. Pero sí que lo es. Ser activos, autónomos o por ejemplo prevenir las caídas depende en gran medida de la salud de los pies. Sin embargo, con frecuencia no nos preocupamos de ellos hasta que aparece algún problema. Así, la prevención y el cuidado del pie son las claves para retrasar estos inconvenientes que complicarán el día a día.
Por eso, toma nota de estos consejos para cuidar los pies y seguirán saludables:
- Calzado adecuado. Elige un calzado adecuado para tu día a día. Debe ser cómodo y que no apriete los pies y deje mover los dedos.
- Revisa tus pies a diario. Aprovecha en tu aseo diario para comprobar que no hay ningún problema. Por ejemplo ampollas o alguna inflamación.
- Lava, seca e hidrata. Lávalos cada día con atención, sécalos con detenimiento e hidrátalos una vez estén bien secos. Pero no dejes restos de crema hidratante, sobretodo entre los dedos. Extiéndela hasta que la piel absorba perfectamente la crema.
- Cuida las uñas de los pies. Para evitar problemas, corta las uñas rectas. Ni curvas ni cortando demasiado.
- Protégelos del frío y del calor. Utiliza un calzado que no te apriete y que evite que los pies se calienten. En épocas de frío, utiliza calcetines de fibras naturales y calzado que deje que los pies transpiren.
- Consulta con tu médico cuando sea necesario. Acudir al médico o al podólogo siempre que lo consideres necesario. No dejes de ir. Sentir dolor en los pies no es normal, así que consulta con tu médico.
Estos son algunos consejos a tener en cuenta para el cuidado de los pies.
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