¿Tenía razón Kylian Mbappé al enfadarse porque el París Saint Germain (PSG), le usase casi como único reclamo para un reciente vídeo de captación de socios?

Expertos en derechos de imagen y márketing deportivo aportan las claves para entender la cruzada del jugador, con prolongaciones también a la selección francesa.

«En el plano teórico el jugador tiene algo de razón, en el sentido de que puede considerar que ese uso ha afectado a sus derechos morales, es decir, al derecho para decidir qué imagen suya se proyecta y qué se hace con ella», explica a EFE Mandy Goyos, especialista en la materia desde el despacho Cadarso & Goyos Ball.

En el minuto y 16 segundos del controvertido clip, Mbappé es la figura predominante, la única que habla. Están ausentes las otras dos estrellas del PSG, el flamante campeón del mundo Leo Messi y Neymar, el futbolista más caro de la historia.

El jugador de Bondy lamentó esa explotación, a su parecer excesiva, en un mensaje difundido en su cuenta de Instagram, en la que suma unos 100 millones de seguidores.

«El PSG es un gran club y una gran familia, pero no es el Kylian Saint-Germain», se quejaba en ese mensaje. Para muchos, una reacción paradójica, teniendo en cuenta que él mismo había exigido en su última y estratosférica renovación durante el verano 2022 ser la proa del proyecto catarí.

Los críticos con la actitud de Mbappé, entre los que se encuentra L’Equipe -que acostumbra a adular al jugador-, le achacan haberse saltado la jerarquía entre una empresa y su empleado. Lo que plantean es que lo normal tal vez habría sido que el PSG le hubiese impuesto una sanción por mala conducta al hacer público un asunto que se podría haber arreglado internamente.

Aunque en la mayoría de los casos la explotación de los derechos de imagen de los futbolistas de élite corresponde a los clubes, hay que prestar atención a la letra pequeña, alerta Goyos.

«No hay una regulación en sí, pero sí una jurisprudencia bastante asentada sobre la cesión a terceros de la explotación económica de los derechos de imagen. Las condiciones y límites de la cesión -subraya- deben especificarse con el mayor detalle posible, y también su finalidad, que contribuye a la interpretación de cuándo se rebasan los límites de la cesión».

Para la experta del gabinete Cadarso & Goyos Ball, la airada respuesta de Mbappé y la rápida reacción del club, que le pidió disculpas y llegó a retirar el vídeo momentáneamente, dan a entender que hubo algún tipo de extralimitación.

«En el vídeo (de captación de socios) no estaban todas las estrellas del equipo. Al final se identifica al club exclusivamente con Mbappé, y esa es la clave del posible traspaso del límite de la cesión de sus derechos de imagen. El vídeo transmite la sensación de que el jugador es el propio club. Habría que ver si la finalidad de la cesión amparaba o no esta modalidad de explotación», sostiene.

UN COMBATE ANTIGUO

La peculiar pugna de Mbappé tiene antecedentes. Asesorado por la abogada especialista en los derechos de imagen de deportistas Delphine Verheyden y por sus padres, Wilfried y Fayza, el delantero ha hecho de los derechos de imagen un caballo de batalla.

En 2022, se negó a participar en una acción publicitaria de la selección para presionar a la Federación Francesa de Fútbol (FFF) para que renegociase un nuevo acuerdo que diese más margen de decisión a los jugadores.

Mbappé no quería que su imagen se asociase a marcas relacionadas con las casas de apuestas deportivas o con la comida rápida, que eran patrocinadoras de la selección campeona del mundo de 1998 y 2018.

Aquel pulso lo ganó el futbolista del PSG, después de haber convencido a otros pesos pesados del vestuario, como el entonces capitán Hugo Lloris. La FFF aceptó sentarse a negociar otro acuerdo.

Según el experto de marketing deportivo Vincent Chaudel, la estrategia de Mbappé supone un riesgo para la propia FFF, cuyo presupuesto se nutre en buena parte de los patrocinios.

«Si los patrocinadores no tienen a estrellas como Mbappé, pagarán menos. Y si pagan menos, la FFF tendrá menos dinero para invertir en el fútbol no profesional», advierte en declaraciones a EFE.

IMPERIO MBAPPÉ

La cruzada de Mbappé no es contra las marcas en sí, matiza Chaudel, quien recuerda que la estrella francesa presta su imagen a varias de ellas, como Nike (que lo patrocina desde que tenía 15 años), el vídeojuego FIFA de EA Sports, el fabricante de gafas Oakley o el de relojes Hublot.

El imperio Mbappé tiene numerosas ramificaciones. Creó su propia asociación, «Inspired by KM», con la meta de empoderar a los jóvenes de los barrios más desfavorecidos, como donde creció él mismo, que se crió en la ciudad de Bondy, en la periferia parisina. Y publicó una novela gráfica, «Je m’appelle Kylian» («Me llamo Kylian»), en su propia editora («KM Éditions»).

La diversificación de su negocio alcanza incluso el sector audiovisual. A mediados de 2022, puso en pie la productora Zebra Valley, que firmó un acuerdo con la NBA, de la que Mbappé es fan, para crear contenidos socialmente relevantes dirigidos a los seguidores del fútbol y del baloncesto.

Las nuevas tecnologías tampoco se quedan fuera de su radar. Siguiendo la estela de su compañero Leo Messi, se convirtió en inversor (y embajador) de la empresa francesa Sorare, valorada en 4.000 millones de euros y cuya principal actividad es la venta de cromos digitales a través de internet.

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