Madrid, España. El ciclista venezolano Daniel Dhers, con 22 años de experiencia en el BMX estilo libre, vislumbraba ya una posible la retirada cuando esta disciplina fue incluida en el programa olímpico de Tokio 2020, lo que le hizo replantearse su futuro, a la vista de que aún le quedaba «gasolina en el tanque».
«Tengo 22 años montando y no pensé que fuera a estar en unos Juegos Olímpicos. Cuando anunciaron que la prueba era incluida, yo estaba ya pensando cuándo me retiraba. Pero había ganado ese año el Tour Mundial, así que pensé que podía llegar, que todavía había gasolina en el tanque», dijo a Efe el cinco veces ganador de los X Games.
La clasificación olímpica cierra de manera dulce para Dhers una temporada «con muchísimos altibajos, algo extraño», apuntó, en su carrera. Antes de la Copa del Mundo de Francia, en mayo, se fracturó una mano.
En el mismo escenario del Mundial se disputó la semana previa una Copa del Mundo en la que no pasó de la ronda de clasificación. «Fue el peor resultado de toda mi vida», señaló. «Resbalé y tuve muy mala suerte».
Pero se sobrepuso y apenas horas después, en el Mundial, superó sin dificultad las series y las semifinales y se plantó en la final, en la que a sus 34 años fue el competidor de más edad.
Consiguió entonces lo más difícil, clasificarse para unos Juegos Olímpicos con sitio solo para nueve ciclistas.
«La verdad es que me molestó cuando lo supe», dijo Dhers sobre el reducido cupo olímpico concedido a su deporte. «Hay plaza para 9 personas de 8 países. El ránking lo hacen los dos mejores de cada país, así que prácticamente le regalan la clasificación a los cuatro grandes», dijo en referencia a Estados Unidos, Australia, Gran Bretaña y Rusia, los países dominantes.
Él queda como el único representante de «un país pequeño».
En los primeros meses de 2020 disputará «menos eventos, quizá dos o tres que de verdad interesen, no tantos como cuando había que buscar los puntos para la clasificación».
Ahora su principal preocupación es conocer cuanto antes cómo será el circuito de Tokio. Pero tendrá que esperar.
«Saber cómo es el circuito determina la preparación. La compañía que lo diseña es la misma que hace los circuitos de las Copas del Mundo, así que tengo idea de qué rampas pueden estar, pero el diseño no lo han anunciado y me parece raro», comentó.
En la modalidad de estilo libre, los ciclistas de BMX completan un recorrido en un parque en el que deben afrontar distintas rampas. Se valora la altura de los trucos, su variedad, su dificultad y la creatividad del recorrido, que el propio corredor diseña.
En abril es la competición de prueba de Tokio 2020, así que será entonces, «a más tardar», cuando Dhers y sus rivales conozcan los detalles.
«Hasta los Juegos en agosto no hay mucho tiempo, pero es algo», dijo el ciclista caraqueño.
Ni a Dhers ni a los otros candidatos a medalla olímpica les quedan a estas alturas trucos por inventar con los que sorprender en los Juegos.
«En los últimos años todos los que estamos en el alto nivel hacemos ya todos los trucos», explicó. «Es el tipo de circuito lo que determinará las posiciones. Por eso me interesa mucho conocerlo».
Por ser algo con lo que hasta hace poco no contaba, a Daniel le gusta especialmente la idea de poner el broche a su carrera en unos Juegos Olímpicos.
«Jamás en la vida pensé en ir a unos Juegos. Lo mismo me pasó este año con los Panamericanos de Lima. No sabía el nivel, fui y gané el oro, y pensé que empezaba a cerrar el ciclo uno por uno», indicó.
En Tokio quiere «verlo todo, la competición, las ceremonias».
«Son cosas a las que realmente nunca prestaba atención porque me parecía algo que no tenía que ver conmigo. Pero la Villa Panamericana ya me encantó, me pareció una locura, y en Japón será seis veces más grande. Quiero vivir esa experiencia», insistió.
Los Juegos Olímpicos, afirmó, le llegan en un buen momento: «Ya soy un poco mayor y lo aprecio de otra manera».
Daniel Dhers vive en Estados Unidos desde hace 15 años. Primero lo hizo en Pensilvania, «entonces la Meca de este deporte», y luego, los últimos 10 años, en Carolina del Norte
Este viernes emprende viaje a la India para un par de exhibiciones y espera estar por Venezuela en enero. Para entonces ya conocerá el calendario de pruebas de 2020 y comenzará a definir el camino que le llevará, ya es seguro, hasta Tokio.
EFE
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