Betty White, falleció el pasado 31 de diciembre, diecisiete días antes de cumplir un siglo de vida. Cuando se anunció la noticia de su muerte, no se confirmó la causa oficial, lo que contribuyó en gran parte a que desde entonces hayan surgido rumores que aseguraban que su delicada salud había terminado de deteriorarse debido a una reacción adversa a una dosis de refuerzo de la vacuna de la COVID-19.
Ahora su representante, que comenzó a trabajar con ella pasados los 80 años, desmintió esa teoría para aclarar que Betty no murió por ninguna razón relacionada con el coronavirus.
«Fue, a mi entender, por causas naturales. Tenía 99 años, por desgracia. Pero no había ninguna enfermedad. Betty era una señora sana, saludable, y a todos los que están tratando de iniciar una conversación política en torno a las vacunas utilizando a Betty White, solo les digo: no lo hagan. No es cierto», afirmó Jeff Witjas al portal Entertainment tonigh.
Su empleado y amigo reveló que Betty pasó los dos últimos años recluida en su casa, aunque sí recibía visitas de amigos como él para organizar torneos de juegos de mesa porque siguió teniendo la misma agilidad de siempre hasta el último momento. También adelantó que su funeral será probablemente un evento privado al que asistirán solo sus más allegados.
Agencias
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