Washington.- El líder de la minoría republicana en el Senado de EE.UU., Mitch McConnell, arremetió este lunes contra la Casa Blanca, los demócratas y algunas compañías del país por rechazar las nuevas normas electorales en el estado de Georgia, al considerar que limitan el derecho a voto.
«El presidente (Joe Biden) ha afirmado repetidamente que los debates a nivel estatal sobre los procedimientos para votar son peores que Jim Crow o que ‘Jim Crow con esteroides’. Nadie lo cree. Nadie cree que la disputa actual venga de un lugar próximo a la brutalidad racista y horrible de la segregación», dijo McConnell en un comunicado.
De esta manera, el político conservador reaccionaba a unas declaraciones de Biden, que ha calificado de «ataque flagrante a la Constitución» las restricciones que los republicanos han impuesto al voto en Georgia y otros estados.
El presidente ha asegurado que la nueva normativa en Georgia es «el Jim Crow del siglo XXI», en referencia a las normas que institucionalizaron la segregación racial en EE.UU. a finales del siglo XIX.
Para McConnell, lo que está ocurriendo es «una campaña coordinada por parte de gente rica y poderosa para engañar y acosar al pueblo estadounidense».
Hace dos semanas, los republicanos aprobaron una ley estatal en Georgia que limita el derecho a sufragar al añadir requisitos en caso de querer votar por correo, y que prohíbe dar comida y bebida a los electores que esperen para depositar su papeleta, entre otras disposiciones.
La medida ha suscitado las críticas de los demócratas y de grandes compañías como Apple, Coca Cola y Delta.
McConnell lamentó que las grandes compañías se unan a lo que considera «intimidación» y las acusó de tener un doble rasero: «Las corporaciones ricas no tienen ningún problema en operar en Nueva York por ejemplo, que tiene menos días de votación que Georgia, que requiere de una excusa para votar en ausencia…», afirmó.
A juicio de McConnell, lo que está ocurriendo es que «hay una narrativa falsa que se está acelerando por su propio impulso».
«Los estadounidenses no necesitan ni quieren que las grandes empresas amplifiquen la desinformación o las reacciones a cada controversia inventada por la izquierda», subrayó.
El dirigente conservador advirtió de que habrá «consecuencias graves» si las corporaciones se convierten en el «vehículo de las multitudes de la extrema izquierda» que, en su opinión, secuestran el país fuera del orden constitucional.
En ese sentido, apuntó que la desinformación tiene un propósito.
«Los demócratas de Washington quieren aprobar una ley que les permitiría reescribir las leyes electorales de 50 estados y convertir la Comisión Electoral Federal en un organismo partidista dirigido por los demócratas», alertó.
«En vez de ganar el debate -siguió-, quieren silenciarlo intimidando a los ciudadanos, y que estados enteros se sometan».
EFE
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