Washington.- Varios senadores republicanos se distanciaron este jueves de los polémicos comentarios en los que el presidente estadounidense, Donald Trump, se negó a comprometerse con un traspaso pacífico del poder si pierde las elecciones de noviembre.
Un día después de que Trump desatara esa controversia durante una rueda de prensa, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, trató de calmar los ánimos con un tuit.
«El ganador de las elecciones del 3 de noviembre será investido presidente el 20 de enero. Habrá una transición ordenada, como la ha habido cada cuatro años desde 1792», escribió el líder republicano en un tuit.
En el mismo sentido se pronunció el senador Lindsey Graham, uno de los más cercanos a Trump, quien aseguró en una entrevista con la cadena Fox News: «Es posible que haya un litigio sobre quién ha ganado las elecciones, pero el tribunal (Supremo) lo decidirá, y si perdemos los republicanos, aceptaremos ese resultado.
Marco Rubio, senador republicano por Florida, también recurrió a Twitter para dejar claro que está seguro de que las elecciones serán «legítimas y justas», y que aunque «puede que se tarde más en saber el resultado, será válido» y quien resulte elegido «jurará pacíficamente su cargo» el 20 de enero.
Trump no quiso comprometerse este miércoles con una transición pacífica del poder, y respondió así a una pregunta al respecto: «Tendremos que ver lo que ocurre, usted lo sabe, me he quejado mucho de lo que está pasando con las papeletas» del voto por correo.
Además, Trump afirmó que cree que el resultado de las elecciones acabará en el Tribunal Supremo, y que por eso se está dando tanta prisa para cubrir la vacante que ha dejado en esa corte el fallecimiento de la jueza progresista Ruth Bader Ginsburg.
Preguntado este jueves por el tema en una entrevista radiofónica, Trump matizó que sí estaría «de acuerdo» con una potencial decisión del Supremo que no le certificara como ganador, pero dijo que «queda mucho hasta entonces».
El presidente ha insinuado repetidamente que podría no aceptar el resultado de las elecciones si no se le declara ganador, y ha insistido en que quiere que el vencedor se sepa la misma noche de los comicios, algo improbable debido al gran volumen de votos por correo que se esperan a raíz de la pandemia.
Trump mantiene además una ofensiva contra el voto por correo, al insistir en que ese método -que él mismo ha utilizado- puede favorecer el fraude, algo sobre lo que no ha aportado pruebas y que es extremadamente improbable que ocurra, como han demostrado varios estudios.
La presidenta de la Cámara Baja de EE.UU., la demócrata Nancy Pelosi, condenó asimismo este jueves los comentarios de Trump, al considerar que es «muy triste» que exista siquiera la duda de si el presidente respetará el traspaso pacífico del poder, aunque «no es sorprendente».
«Usted no está en Corea del Norte, usted no está en Turquía, usted no está en Rusia, señor presidente. Usted no está en Arabia Saudí. Usted está en los Estados Unidos de América, es una democracia. Así que, ¿por qué no intenta honrar su juramento de la Constitución de Estados Unidos?», dijo Pelosi en rueda de prensa.
EFE
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