La llegada del Espíritu de la Navidad, cada 21 de diciembre, es una tradición nórdica que se ha extendido a lo largo y ancho del mundo. La fecha para la celebración coincide con el solsticio de invierno en los países del hemisferio norte, por lo que ese día es ideal para practicar rituales debido a la carga energética que trae.
La tradición señala que el Espíritu de la Navidad es un ser de luz que proporciona abundancia y bendiciones a todas las personas que sigan sus rituales es por eso que acá te decimos lo que tienes que hacer para atraer esas poderosas bendiciones.
Rituales para el Día del Espíritu de la Navidad
En primer lugar, para recibir al Espíritu de la Navidad se debe limpiar muy bien la casa, según explica el portal La Nota, la limpieza del hogar es el reflejo de la salud mental de la persona. Los espacios donde habitas deben quedar en orden y pulcros.
Recomiendan abrir las ventanas para que las energías circulen. También «puede rociarse aceite de mandarina en los marcos de ventanas y en las manijas de las puertas», precisa el portal. Las personas se pueden duchar con sales de baño y esencias de mandarina, y colocar aceite de mandarina sobre tu piel para atraer la prosperidad.
Otro rito relacionado con la fecha es la preparación de una cena y un ritual para compartir en familia. Necesitarás:
5 velas de los colores que representan los dones y bendiciones. Las velas tienen que ser de los colores:
- Rojo.
- Verde.
- Amarillo.
- Azul.
- Blanca.
Lo que debes hacer es poner la vela roja en la mesa con dirección al sur, representa el amor de la familia y pareja; la vela color verde se coloca al norte y esta representa la salud; la vela amarilla al este y está relacionada con la prosperidad; la azul son los dones del espíritu como la confianza, la fe, esperanza y la misericordia; por último, la vela blanca irá en el centro, esto representa la conexión con cada uno de los dones. Al finalizar de ordenarlas debes decir esta oración:
«Amadísimo Espíritu de la Navidad, sé nuevamente bienvenido en esta casa. Que tus dones de fe, caridad, esperanza y agradecimiento residan por siempre en nuestros corazones. Gracias por todos los dones y bendiciones que nos has entregado durante el año. Te agradecemos lo que ya nos has concedido para el próximo, por obra y gracia del amado Padre y madre, creador de todo lo que es. Que así sea, que así sea, que así sea; siempre es ¡Amén!».
Luego, las personas deben escribir una lista de deseos para que se cumplan el próximo año. Después se enciende la vela blanca y con ella todas las demás, en dirección a las agujas del reloj. Un integrante de la familia agradece cada favor recibido de acuerdo a lo que representa cada color de las velas.
Al final, la lista de deseos que todos escribieron se quema. El ritual finaliza con esta oración:
«Amadísimo Espíritu de la Navidad. Gracias por todos los dones y bendiciones que nos has entregado durante el año. Gracias por cada amanecer y cada despertar, por cada sueño en la noche y cada alimento en el día por el aliento de vida, por la salud y el bienestar, por la prosperidad amorosa que pones en nuestras manos, por la lluvia, por la brisa, por cada sonrisa y cada beso. Sobre todo, por la gracia que hace que esta familia permanezca unida. Que así sea, que así sea, que así sea; siempre es. ¡Amén!”
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