En la Universidad de Nanjing, ubicada en la ciudad subprovincial de Nankín, China, el subdirector del Centro Nacional de Ciencias Espaciales, Zhao Junsuo, declaró que se está desarrollando un sistema de defensa para la estación espacial Tiangong, conformada por robots que frenen el acercamiento de cuerpos o desechos espaciales.
Se trata de un sistema de defensa que se está diseñando para proteger a la estación espacial china, Tiangong, de cualquier objeto espacial sin necesidad de destruirla. Consistiría en el despliegue de robots propulsados autónomamente, con un brazo mecánico equipado para desplazar a cuerpos celestes o desechos espaciales.
Estos drones solo serían desplegados si su objetivo estuviese demasiado cerca de la plataforma espacial, de lo contrario, se ejecutarían estrategias de evasión para minimizar la intervención humana en el ecosistema astronómico.
El desarrollo de este método de protección espacial es viable, pero puede implicar ciertos conflictos internacionales. Por ejemplo, en julio del 2021 dos satélites de Starlink descendieron de su órbita hasta casi cruzarse con Tiangong, que tomó medidas de emergencia para evitar su colisión.
El problema aquí sería si el sistema espacial de China hubiese empujado a las naves, porque transgrede el Tratado del Espacio Exterior y en tal caso, habrían sido acusados de intervención perjudicial.
UNA IDEA CONFLICTIVA
Si bien, la idea suena más que interesante y lógica para muchos, significaría para Estados Unidos un paso más en el desarrollo de fuerzas espaciales de China que lo ponen en riesgo. En 2021, el general retirado de la Fuerza Espacial, David D. Thompson declaró que los satélites norteamericanos siempre son «atacados» por otras naves rivales.
Las tácticas intrusivas inhabilitan temporalmente a los satélites interceptados, lo que a gran escala podría dejar a ciegas a EE.UU. y quizás se pregunten: ¿Por qué?
Pues, esas aeronaves espaciales manejan la infraestructura digital de las redes de telecomunicación y, en consecuencia, se paralizaría la economía del país. Asimismo, estarían indefensos ante cualquier amenaza natural o artificial.
Lo más descabellado es que ya hay reportes que aseguran que Rusia, otro gran aliado del gigante asiático, está trabajando en satélites que lancen proyectiles. Es algo que parece tan irreal como La Guerra de las Galaxias, donde naves descomunales se enfrentaban en el vacío exterior, solo que ni siquiera ha comenzado y ojalá que nunca inicie.
Además, el contexto interespacial podría complicarse dependiendo del rumbo que tome el país asiático con el desarrollo de sistemas de defensa espacial, como también el ejemplo que dé a sus aliados y las respuestas «tácticas» que puedan tener.
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