El esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma) tiró nuevamente de potencia y ambición, y se hizo en los últimos metros con la séptima, y penúltima, etapa de la París-Niza, entre Le Broc y Valdeblore La Colmiane, de 119,5 kilómetros, reforzando y aumentando su liderato al frente de la prueba con la que es su 50 victoria parcial.
Roglic aguó la fiesta, prácticamente en la misma línea de meta, a un suizo Gino Mader (Bahrain) que se veía ya con la gloria en la mano, después de haber estado escapado, primero en un grupo de 13 corredores, luego en solitario en el tramo final, casi toda la jornada.
Y es que la considerada etapa reina de esta edición, con dos puertos de primera y dos de segunda en el recorrido, el ascenso del último de ellos conduce a meta después de una subida de 16,3 kms al 6,3 por ciento de desnivel medio, vio muy pronto partir del gran grupo a trece corredores: Neilson Powless (EF-Nippo), el costarricense Andrey Amador y Laurens De Plus (Ineos Grenadiers), Alexey Lutsenko (Astana), Anthony Perez (Codidis), Julien Bernard y Kenny Elissonde (Trek-Segafredo), Thomas De Gendt (Lotto-Soudal), el español David de la Cruz (UAE), Sam Bennett y Mattia Cattaneo (Deceuninck-Quick-Step), Dylan Teuns and Gino Mader (Bahrain).
De ellos, Cattaneo era el mejor clasificado en la general, a 2.01 de Roglic.
Los escapados llegaron a tener una ventaja de 2.40 a unos 63 km de la llegada, sobre un pelotón tranquilo y que controlaba la distancia. A 35 km de meta, el grupo ya empezó a perder poco a poco parte de sus efectivos, y mantenía su ventaja entorno al 1.10.
Pero fue en el inicio de la ascensión final, cuando ya los de cabeza quedaron diezmados, restando el trio integrado por Mader, Powless y Elissonde. Su ventaja sobre el gran grupo estaba ya en los 45 segundos. a 4 km de la meta, fue el momento en que Mader apretó y se fue en solitario de unos compañeros de aventura que poco después eran reintegrados al seno de un pelotón donde se empezaba a ver ya en cabeza al Astana.
Mader mantenía una ventaja entorno a los 40 segundos, soñaba con redondear su gran esfuerzo del día con la victoria de etapa. Pero no contaba con el ‘hambre’ del líder, de un Roglic que fue quien atacó a 1,4 km de la línea de llegada, siendo solo seguido por Max Schachmann (Bora-Hansgrohe). La fuga del suizo parecía llegar a su fin, pero un parón de esloveno le nutrió de nuevas esperanzas. Incluso entró en el último kilómetro con unos quince segundos de ventaja.
Pero estaba claro que Roglic quería su 50 triunfo parcial, y en los últimos metros lanzó un furibundo ataque que no sólo dejó atrás a Schachmann, sino que superó a Mader a falta de una decena de metros para llegar a meta. El suizo vio como le pasaba un avión que malogró su sueño.
Roglic se hacía con una nueva etapa, con un crono de 3h 09m, 18sg, y a dos segundos entraba un Mader exhausto, y a cinco Schachmann. En octava posición a quince segundos, fue el turno para Izaguirre.
Ahora, la ventaja de Roglic en la general aumenta a los 52 segundos sobre Schachmann, y a 1.11 sobre el ruso Aleksandr Vlasov (Astana), sus inmediatos perseguidores. Una diferencia, además del estado de forma en que se encuentra, que debe ser más que suficiente para este domingo, cuando se disputará la última etapa, entre Le Plan Du Var y Levens, de 93 km, ondulante trazado, con dos cotas de segunda, pero poco más.
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