Moscú.- Rusia desafió hoy las amenazas de nuevas sanciones occidentales por la pena de cárcel impuesta al líder opositor, Alexéi Navalni, que fue condenada al unísono por Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
«La histeria que hemos visto (en Occidente) durante el proceso judicial del caso Navalni sobrepasa todos los límites», dijo en rueda de prensa el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
El líder opositor fue condenado el martes a 3,5 años de prisión, aunque solo tendrá que cumplir 2 años y ocho meses por haber pasado ya diez meses en arresto domiciliario.
Rusia no buscó excusas para justificar la condena a Navalni, que fue juzgado menos de medio año después de ser envenenado por orden del propio presidente, Vladímir Putin, según el opositor, lo que provocó nuevas protestas en las principales ciudades del país.
PEOR ES EN OCCIDENTE, SEGÚN RUSIA
Lavrov, que ha puesto en duda el mismo hecho del envenenamiento de Navalni con el agente químico Novichok, no dudó en calificar hoy de «arrogante» la retórica de los líderes occidentales.
«En Alemania, Francia, EEUU y otros países si los manifestantes entran en la calzada y obstruyen el tráfico, pueden recibir varios años de cárcel, una multa de muchos miles de euros y otros castigos», dijo.
En cuanto a las críticas al desproporcionado uso de la fuerza por parte de la policía rusa durante las protestas de los últimos fines de semana en favor de la liberación de Navalni -en las que fueron detenidas casi 10.000 personas-, Lavrov negó los argumentos esgrimidos por las diplomacias europeas y estadounidense.
«La policía (occidental) los trata de manera mucho más dura», aseguró y agregó que las manifestaciones de los últimos días no estaban autorizadas.
Acusó, además, a la prensa occidental de aplicar un «doble rasero» por fijarse «solo en la reacción de la policía a las acciones de los manifestantes», dejando fuera de sus informaciones el comportamiento de los participantes en las protestas que en ocasiones llega a ser «agresivo».
AMENAZA DE SANCIONES DE UE Y EEUU
La UE y EEUU ya habían demandado la liberación inmediata de Navalni cuando este fue detenido a su regreso de Alemania el 17 de enero, pero ahora parecen decididos a aumentar la presión diplomática sobre el Kremlin.
«Los europeos sacarán conclusiones. En Rusia hay una situación muy grave. Hay una deriva autoritaria», advirtió el ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, a su regreso de Bruselas
Se le sumó el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, que se mostró «profundamente preocupado» con la sentencia y demandó la puesta en libertad del opositor y del resto de manifestantes pacíficos detenidos.
Blinken agregó que Washington coordinará posturas con sus aliados para «hacer responsable» a Rusia de la violación de los derechos fundamentales de sus ciudadanos.
«Necesitan cualquier excusa. Si la hay, la sacarán del más recóndito de los lugares. Si no lo hay, la inventarán o fabricarán», dijo en la televisión pública rusa la portavoz de Exteriores, María Zajárova.
Zajárova recordó que Occidente recurrió a esa misma táctica cuando sancionó a Rusia en el pasado, ya que el objetivo se reduce a «contener» a Rusia.
Y puso de ejemplo la presencia de un buen número de diplomáticos occidentales en la vista judicial contra Navalni, que consideró una burda intromisión en los asuntos internos de Rusia.
LA VISITA DE BORRELL
Una de las claves para la toma de una decisión sobre las sanciones europeas será el informe que presente a lo Veintisiete el alto representante comunitario para la Política Exterior, Josep Borrell, que llega mañana a Moscú.
Por si hubiera alguna duda, Borrell, que se reunirá el viernes con Lavrov, condenó hoy en un comunicado el fallo, que consideró «políticamente motivado», y demandó la «inmediata» e «incondicional» liberación de Navalni.
Además, denunció que lo ocurrido en las últimas semanas demuestra que la oposición al Kremlin y las voces críticas tienen cada día menos espacio en la sociedad rusa.
La UE abordará dicho asunto, sus «implicaciones» y los futuros pasos a dar en el próximo Consejo de Ministros de Exteriores, señala la nota oficial.
El mes pasado la UE no logró consensuar una postura común sobre una posible nueva tanda de sanciones contra Moscú, pero la condena de cárcel podría convencer a los países miembros más indecisos.
LAS PROTESTAS NO CESAN
Más de 1.400 personas al grito de «Libertad para Navalni» o «Rusia sin Putin» fueron detenidas el martes en las protestas contra la sentencia judicial, según la organización independiente OVD-Info.
Pese a que las autoridades desplegaron cientos de efectivos de la Guardia Nacional, columnas de manifestantes marcharon anoche por las calles de Moscú y lo mismo ocurrió en San Petersburgo, ciudades donde se espera una nueva protesta multitudinaria el fin de semana.
Con todo, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, defendió hoy a la policía, aduciendo que únicamente reacciona ante las «provocaciones» y que dicha actuación permite prevenir consecuencias funestas.
EFE
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