Moscú.-El viceprimer ministro ruso, Dmitri Kozak, aseveró que Rusia no teme una posible caída del precio del petróleo, pronóstico que calificó de poco probable.
«Existen temores de que los precios caigan pero tenemos reservas. Hay una compresión de los precios en los que la extracción y venta del petróleo ruso son rentables, por lo que no hay pánico ni el Gobierno ni las compañías petroleras», afirmó durante una entrevista al canal de televisión Rossiya 24.
Según el viceprimer ministro, la cooperación con la OPEP «permitirá lograr un equilibrio» de los precios del crudo.
Kozak indicó que los pronósticos de que el precio del barril de petróleo caiga al nivel de los 30 dólares debido a la reducción de la demanda en China son «demasiado pesimistas».
Respecto al gasoducto ruso Nord Stream 2, recientemente sancionado por Estados Unidos, el alto funcionario señaló que Rusia alcanzará un compromiso con la Unión Europea, del mismo modo que llegó a un acuerdo para el tránsito de gas con Ucrania.
«Probablemente las presiones continuarán creciendo, pero el alcance de estas sanciones tampoco son ilimitadas tomando en cuenta la postura de los países clave de la UE, interesados en garantizar su seguridad energética», explicó.
El viceprimer ministro señaló que todas las partes comprenden que Nord Stream 2 es un proyecto económico y que Rusia utilizará todas las rutas para garantizar la seguridad de los suministros de gas a Europa.
Según Kozak, «el interés económico prevalecerá» porque el gas ruso es un 30 % más barato que el gas licuado que ofrece EE.UU.
«Estamos seguros que cooperando con los países europeos, la UE, daremos solución a este problema y llegaremos a un compromiso. El conflicto con Ucrania parecía no tener solución, y sin embargo, lo logramos. Lo mismo sucederá en este caso», concluyó.
El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó el pasado 20 de diciembre las sanciones contra el gasoducto Nord Stream 2 aprobadas el pasado martes por el Congreso.
Más del 90 % de los 1.255 kilómetros de longitud del gasoducto está ya construido, y su coste se estima en más de 10.000 millones de euros.
En el proyecto están implicados el consorcio ruso Gazprom y las empresas europeas OMV, Wintershall Dea, Engie, Uniper y Shel.
El Gobierno alemán lamentó las sanciones de EE.UU. y ratificó su rechazo a tales medidas «extraterritoriales».
Rusia, por su parte, ha calificado las sanciones de «competencia desleal» con en fin de vender a Europa el gas licuado estadounidense, que es más caro.
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