Praia.- El empresario colombiano Álex Saab, acusado de ser testaferro del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha denunciado que fue «detenido de forma ilegal» en Cabo Verde y ha exigido al Gobierno caboverdiano que le libere para no ser entregado a EEUU, que le reclama por presuntos delitos de blanqueo de dinero.
En un carta dirigida al primer ministro de este país insular de África occidental, Ulisses Correia e Silva, y publicada hoy por medios locales, Saab se presenta como «enviado especial de la República Bolivariana de Venezuela» y alega ser víctima de una «injusticia grande» porque, a su juicio, se viola su «inmunidad».
Saab, de 48 años, fue detenido el pasado 12 de junio cuando su avión hizo escala para repostar en el Aeropuerto Internacional Amilcar Cabral de la isla norteña de Sal (el más importante de Cabo Verde), en respuesta a una petición de Estados Unidos cursada a través de Interpol por supuestos delitos de blanqueo de dinero.
«Cuando fui detenido ilegalmente en Cabo Verde el 12 de junio, viajaba a Irán en una misión humanitaria especial bajo el título de enviado especial, con total inmunidad bajo el derecho internacional», asegura el presunto testaferro en la misiva, escrita en la prisión de Sal en la que se encuentra recluido actualmente.
«DOS DÍAS SIN COMIDA NI LUZ» EN UNA CELDA
El empresario colombiano señala que la alerta roja de Interpol para su detención «se emitió el 13 de junio», un día después de su arresto, «por lo que básicamente fui secuestrado», según extractos de la carta divulgados por el diario local «A Semana».
«Un oficial que no se identificó, pero hablaba un perfecto inglés (…), me encerró en una celda durante dos días sin comida ni luz. Durante este período, el oficial insistió ‘enérgicamente’ en que firmara mi orden de extradición voluntaria, que rechacé», escribe.
En el texto, Saab arremete con dureza contra Estados Unidos, país que «ha hecho público su objetivo de cambiar el régimen en Venezuela» y al que reprocha que sus acusaciones carecen de «pruebas concretas», pues su único vínculo con EEUU es la existencia de pagos efectuados en cuentas bancarias estadounidenses.
«Pero me cuesta aceptar que, incluso después de que Venezuela haya declarado oficialmente mi inmunidad, ustedes no han hecho nada para rectificar la situación. No tengo ninguna duda de que su inacción tendrá consecuencias legales y políticas», le espeta el supuesto testaferro al primer ministro de Cabo Verde.
El empresario recuerda también que Cabo Verde logró su independencia de Portugal hace 45 años, pero subraya que Estados Unidos considera al país africano de «segunda categoría» .
«¿De qué sirve proclamar su independencia y ahora someterse (ilegalmente) para complacer a Estados Unidos? Creo que el pueblo de Cabo Verde no estaría de acuerdo con eso, ya que siempre ha sido discriminado y despreciado por Estados Unidos», argumenta.
«Como enviado especial de mi país, puedo ayudar a Cabo Verde más que Estados Unidos en cien años», insiste.
Como ya han declarado sus abogados, Saab reitera que su encarcelamiento ha perjudicado su salud («he perdido casi 20 kilos de peso») por tener acceso a «cuidados médicos rudimentarios», y lamenta que «se trata mejor a los narcotraficantes».
«Solo pido justicia y que Cabo Verde, como miembro de la ONU, respete mi inmunidad y me permita regresar a mi país», concluye.
EXTRADICIÓN APROBADA POR LA JUSTICIA DE CABO VERDE
La misiva se publicó después de que el Tribunal de Apelaciones de Barlavento, en la septentrional isla de San Vicente, autorizara el 31 de julio su extradición a Estados Unidos, si bien la defensa adelantó la semana pasada que apelará esa decisión.
El Gobierno de Cabo Verde ya aprobó el pasado mes la entrega de Saab, pero la decisión final correspondía al Tribunal de Apelaciones de Barlavento, que avaló el pronunciamiento del Ejecutivo.
El nombre de Álex Saab apareció en la prensa cuando la exfiscal venezolana Luisa Ortega le acusó en 2017 de ser uno de los testaferros de Maduro.
Saab, nacido en la ciudad colombiana de Barranquilla y de origen libanés, está relacionado con varias empresas, entre ellas Group Grand Limited (GGL), acusada de suministrar con sobreprecios al régimen de Maduro alimentos y víveres para los gubernamentales Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
Un funcionario del Gobierno estadounidense indicó en julio de 2019 que con los CLAP, que se entregan a los más pobres, el empresario colombiano y tres hijastros de Maduro se lucraron, al parecer, con «cientos de millones de dólares».
Washington también presentó cargos contra Saab y su mano derecha, Álvaro Enrique Pulido, a quienes acusa de blanquear hasta 350 millones de dólares supuestamente defraudados a través del sistema de control cambiario en Venezuela.
Según EEUU, entre noviembre de 2011 y septiembre de 2015, Saab y Pulido se confabularon con otros para lavar sus ganancias ilícitas y transferirlas desde Venezuela a cuentas bancarias estadounidenses, motivo por el que Washington tiene jurisdicción en el caso.
EFE
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!