Pese a que la tradición de conmemorar la Semana Santa es muy conocida alrededor del mundo, muchas personas desconocen que hoy se celebra el lunes de la Octava de Pascua. Pero a este día, en Italia, se le conoce mejor como “Lunes del Ángel” y está relacionado con el recuerdo del anuncio, por parte del Ángel, de la Resurrección de Jesús.

No obstante, tradicionalmente se recuerda lo que sucedió en el sepulcro el día anterior, el domingo por la mañana (el primer día de la semana en el calendario judío, por lo tanto, el primer día después de la Pascua judía), cuando las mujeres piadosas – María Magdalena, Salomé y María “la madre de Jacobo” – acudieron a la sepultura con la finalidad de rociar el cuerpo de Jesús con aceites aromáticos.

Sin embargo, cuando llegaron al lugar, se encontraron con que la gran roca que lo cerraba había sido corrida. Su estupor, mezclado con temblor, aumentó cuando se les apareció un ángel con vestimenta radiante, que se apresuró a tranquilizarlas y les dio el gozoso anuncio: «No tengáis miedo. ¿Buscáis a Jesús el Nazareno, el crucificado? Ha resucitado. No está aquí. Mirad el sitio donde lo pusieron». Y añadió: «Pero id a decir a sus discípulos y a Pedro: “Él va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis, como os dijo”» (Mc 16, 1-7).

El Papa Francisco en el «Lunes del Ángel» recuerda con cercanía y afecto a todos los países fuertemente golpeados por el coronavirus y asegura sus oraciones por todos ellos: «No olviden que el Papa reza por vosotros». También ha reflexionado sobre el imprescindible papel de la mujer en el mundo, que desde el anuncio de la Resurrección de Jesús hasta nuestros días, ha sido siempre primordial.

Reina del cielo

En este día, el Papa rezó el Regina Coeli (o Regina Cæli), que es el nombre de una oración mariana y cristológica de la Iglesia católica en honor de la Virgen. Son las palabras latinas con que abre el himno pascual a la Santísima Virgen María que traducidas al español son “Reina del cielo”, es una composición litúrgica a manera de felicitación a María por la resurrección de su Hijo Jesucristo:

G: Reina del cielo, alégrate, aleluya.
T: Porque el Señor, a quien has llevado en tu vientre, aleluya.
 
G: Ha resucitado según su palabra, aleluya.
T: Ruega al Señor por nosotros, aleluya.
 
G: Goza y alégrate Virgen María, aleluya. 
T: Porque en verdad ha resucitado el Señor, aleluya. 
 
Oremos:
Oh Dios, que por la resurrección de Tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a los gozos eternos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amen.
 
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amen. (tres veces)
 

Por otro lado, el Santo Padre anunció es el mensaje pascual que estamos llamados a proclamar, con palabras y sobre todo con el testimonio de la vida: “Si Cristo ha resucitado – dice – es posible mirar con confianza todos los acontecimientos de nuestra existencia, incluso los más difíciles llenos de angustia e incertidumbre”. El Papa nos pide que esta alegre noticia “resuene en nuestros hogares y en nuestros corazones: «¡Cristo, mi esperanza, ha resucitado!”, pues – puntualiza – “esta certeza refuerza la fe de todo bautizado y anima especialmente a aquellos que se enfrentan a mayores sufrimientos y dificultades”.

Agencias

 

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