Sana tu alma y tu cuerpo te lo agradecerá

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Ya es hora que vayamos comprendiendo el nivel de responsabilidad que tenemos en la llegada de las enfermedades. Somos nosotros quienes nos hacemos la vida imposible o virtualmente difícil, con creencias limitantes, actitudes, debemos aceptar la implicación, la responsabilidad que tenemos entorno a la salud o a la enfermedad.

Todo parte de nuestra manera de pensar, de sentir, recordemos que toda palabra genera una química y con ellas vamos creando nuestras representaciones internas, que nuestras células escuchan lo que pensamos y hablamos, por ello es necesario que cuidemos nuestros pensamientos.

Hoy por hoy la Nueva Medicina ha demostrado que la mente y el cuerpo son un solo sistema, lo que ocurre en uno se refleja en el otro.

Ya no se puede poner en duda que las emociones influyen grandemente sobre nuestra salud. En el año 1974 el Psicólogo Robert Adler descubrió que el sistema inmunológico al igual que el cerebro puede aprender. Al igual sostuvo que el sistema inmunológico y el cerebro se comunican a través de sendas biológicas que hacen que la mente, las emociones y el cuerpo no estén separados sino íntimamente relacionados, lo que ocurre en uno se refleja en el otro, funcionan paralelamente.

“El Sistema inmunológico es el cerebro del organismo” como nos lo dice el Neurólogo Francisco Varela “Las células del sistema inmunológico se desplazan por el torrente sanguíneo, por todo el organismo, poniendo en contacto prácticamente a todas las células y al encontrar células que no reconocen, atacan. Ese ataque nos defiende de los virus, las bacterias, si las células del sistema inmunológico no logran reconocer algunas células del propio organismo, crean enfermedades autoinmunes como la alergia o el lupus”

Se consideraba antes que el sistema nervioso central y el inmunológico eran entidades separadas y que ninguna era capaz de influir en el funcionamiento de la otra, eso se creyó durante siglos.

La Actividad Bioquímica

Emociones como el miedo, la rabia, el resentimiento, el odio, facilitan la segregación de una sustancia química conocida como Adrenalina, ello se refleja en la boca, en la saliva la cual, se torna espesa y la boca se reseca.

 La tristeza, la culpa, la desesperanza, depresión contribuyen a la segregación de una sustancia química conocida como Mixtalina, la saliva, la boca se torna amarga. 

 La alegría, el amor, la gratitud generan una sustancia química conocida como Endorfina, produce una hipersalivación, endulza la saliva y cura la enfermedad.   El secreto está en la saliva, ahí podemos detectar que tipo de sustancias químicas estamos segregando.

La queja es una actitud que bloquea nuestra energía vital, al igual que la negatividad, son unas de las razones que más debilitan el sistema inmunológico. 

Activa tu farmacia interna.

Cómo podemos activar la química de la Felicidad en el cerebro:

  • Durmiendo…celebrando pequeños logros diarios. Ejercitándonos. Así el cerebro genera una sustancia química conocida como DOPAMINA.
  • Abraza por 20 segundos…Besa a tu pareja… Mima a tu mascota… cuida tu jardín, una planta ayuda al cerebro a segregar OXITOCINA.
  • Ser agradecido…Practicar actos de bondad al azar…Recordar momentos felices y tu cerebro segrega una sustancia química conocida como SEROTONINA.
  • Ríe…corre…come chocolate oscuro. baila…canta…ama y tu cerebro segregará ENDORFINA.

El sistema inmunológico se encarga de defender nuestro organismo protegiéndonos de bacterias, hongos, parásitos, virus y células malignas.

La Nueva Medicina, propulsada por el Dr. Hamer ha demostrado “que el pánico y la ansiedad elevan la presión sanguínea, las personas que experimentaban ansiedad crónica, prolongados períodos de tristeza y pesimismo, tensión continua u hostilidad incesante, cinismo o suspicacia implacable, tenían el doble de riesgos de contraer enfermedades, incluidas el asma, artritis, dolores de cabeza, úlceras pépticas y problemas cardíacos”. 

La sanación es un proceso que comienza por uno mismo a partir del amor y el perdón, hay que sanar el alma, en este sentido se plantea que la enfermedad es el resultado de no procesar, de no canalizar heridas y emociones que deprimen, deterioran el sistema inmunológico, dejándolo expuesto a cualquier tipo de enfermedad.

De igual manera sostiene el Dr. Hamer “que hay que aprender a expresar las emociones para que no se conviertan en conflictos vividos en silencio, en soledad que generan enfermedad”.

     Mantener la salud o perderla va a depender única y exclusivamente de la comunicación que establecemos con el mundo que nos rodea y especialmente con nosotros mismos, con nuestro mundo interior.

Es necesario que observemos como estamos percibiendo el mundo, nuestra actitud ante él, revisar como estamos manejando los conflictos que se nos presentan a diario, despojarnos de cargas emocionales innecesarias para ir así ligeros por la vida y evitar exponernos a las enfermedades.

 

//  LA VIDA QUE SOSTENEMOS ESTÀ EN NUESTRAS MANOS //

 

Profa. M.S.c Dinora Garcia Rausseo

Especialista en Psiconeurolingüística.

Master Trainer en PNL. Master en Terapia con PNL

Coordinadora Estadal del Centro de Investigación y Formación “Luis Beltrán Prieto Figueroa”

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