Lima.- Siempre rockero pero en constante aprendizaje de nuevos sonidos, especialmente si son latinos, así vive cada día Santiago Auserón, convencido de que la música y los instrumentos pueden salvar al mundo tanto o más que la vorágine tecnológica que envuelve a la modernidad.
Por ello, en su primer viaje a Perú a sus 65 años, la voz de Juan Perro y Radio Futura quiso visitar la orquesta juvenil de Sinfonía por el Perú, proyecto del tenor peruano Juan Diego Flórez que brinda educación musical a jóvenes desfavorecidos de muchas partes del país para transformar sus vidas.
Auserón defendió en una entrevista con Efe el poder cognitivo de la música y la necesidad de que España y Latinoamérica se acerquen y se conozcan más para ofrecer al mundo una visión distinta a la anglosajona.
Pregunta: ¿Qué le llevó a conocer de primera mano el proyecto de Sinfonía por el Perú?
Santiago Auserón: Como humilde músico rockero autodidacta, me siento en la misma pelea de mostrar que el nuevo pensamiento y sensibilidad latinoamericana tiene que usar la música como un modelo cognitivo. La música constituye un proceso de enriquecimiento que vamos a necesitar para contrarrestar otras tendencias que nos llevan hacia la robotización o la automatización.
P: ¿Qué le llamó más la atención de esta orquesta juvenil?
S.A.: A estos chicos se les ve divirtiéndose, y esa alegría indica la potencia de la música como algo más que entretenimiento para clases pudientes. Cuando las capas sociales más desfavorecidas se adentran en el trabajo de pensamiento y construcción de una obra mayor, ahí hay un camino que no debemos abandonar. Sin eso nuestro planeta no tiene un futuro muy halagüeño, pero con la música tenemos una posibilidad de salvar el planeta.
P: En Lima también presentará su libro ‘Semilla del son. Crónica de un hechizo’, donde narra su idilio con Cuba. ¿Qué fue lo que hechizó de la isla?
S.A.: Me di cuenta que en América se conservaba mejor el español que en la propia España. Eso me impresionó mucho, y luego la música en todas las esquinas. El nivel de la interpretación musical era apabullante, desde el punto de vista rítmico, con esa versatilidad, flexibilidad e inteligencia de sus músicos.
P: ¿La música cubana transformó su vida?
S.A.: Cuba cambió mi vida, pero también fue como una llave que me abrió la puerta para conocer que toda América Latina es un tesoro inmenso en lo musical y poético. No he dejado de ser rockero, pero creo que el rock español se debe abrir a los fenómenos sonoros, sobre todo a los que vienen de países con la misma lengua.
P: ¿Qué música latina le llama más la atención actualmente?
S.A.: Sin dejar de ser rockero, me he convertido en una especie de oído abierto a todas las sonoridades. A mí me gusta hasta el ruido. Ya percibo el sonido como un hecho plástico y tridimensional. Todas las músicas me interesan y sobre todo las fronteras entre músicas que empiezan a echar chispas.
P: ¿No siente desazón de ver los ritmos nativos y la música tradicional de Latinoamérica eclipsados por el reguetón y el trap?
S.A.: Todo esto son mercancías musicales. Antes dije que a mí me gusta hasta el ruido, así que no voy a ser despectivo con las formas musicales más vulgares. Hay que respetar a todos los fenómenos, pero hay que ser críticos. ¿Por qué el reguetón es venenoso? Agarra el elemento sincopado más mínimo y lo reitera hasta la saciedad.
P: ¿Qué consecuencias piensa que puede traer esa fórmula?
S.A.: Si se repite solo lo más sencillo y simplón, la inteligencia no avanza, y la música es un proceso de conocimiento. La potencia de la música es mantener vinculado el fondo animal con las partes más elevadas del cerebro humano, pero si cortas la relación y te dedicas a los bajos instintos, empobreces.
P: ¿Qué sensaciones se lleva tras visitar por primera vez Perú?
S.A.: Perú es un mito. Empezó siendo un mito un poco engañoso de riqueza y fortuna ilimitada, pero luego se transformó en un mito cultural. Para mí ha sido un mito soñado hasta hoy, y ya con una cierta edad la suerte me ha permitido conocerlo. Estoy muy impresionado. Siento que es un milagro compartir con gente hermana de la que puedo aprender cosas que no había conocido hasta ahora.
P: ¿Cree que España vive de espaldas a Latinoamérica?
S.A.: Creo que sí. Hay muchos latinos en España, pero no hay una conciencia de intercambio de igual a igual donde cada uno aporta una manera de pensar el mundo a través de esa misma lengua. Hay a la vez un desconocimiento y falta de cercanía a pesar de que hay empatía.
P: ¿Cómo podemos conocernos mejor?
S.A.: Los historiadores y los medios de comunicación deberían favorecer más el conocimiento de nuestras culturas. El modelo tecnológico y pragmático anglosajón está colapsando. Nos está llevando a arruinar el planeta por la aceleración de las finanzas y la dominación de las grandes corporaciones. Desde el mundo latino tenemos la obligación de dar respuestas con una visión distinta.
Fernando Gimeno EFE
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