El diario español «El País» publicó que Luis Mariano Rodríguez Cabello es el supuesto testaferro y pieza clave de la trama que saqueó dos mil millones de dólares de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Rodríguez Cabello, según lo publicado por el medio español, era parte de un grupo que cobraba el 10 % de las comisiones para adjudicar ilegalmente contratos con la petrolera venezolana.
«El País» reseñó este martes que el empresario manejó un «opaco enredo» de once cuentas en la Banca Privada en Andorra. La trama mencionada, era liderada por los ex viceministros Nervis Villalobos y Javier Alvarado, quienes el pasado 19 de julio la Fiscalía de Anticorrupción inició un juicio oral en su contra, ocultó parte del dinero.
Más de mil millones de dólares en ocho años
Durante el 2007 y 2015, se movieron 1.144,6 millones de dólares, de acuerdo al informe confidencial de la Unidad de Inteligencia Financiera de Andorra, el cual tuvo acceso el diario español.
Los investigadores consideraron a Luis Mariano Rodríguez Cabello como el testaferro de Diego Salazar, primo del expresidente de PDVSA Rafael Ramírez.
El diario indicó que Rodríguez camufló su identidad en la Banca Privada d’Andorra, mediante una decena de sociedades instrumentales panameñas y en una solo aparecía su nombre.
El empresario habría recurrido a una de las «herméticas piezas de su engranaje mercantil», con lo que movería 616 millones de dólares de firmas asiáticas. Luego, traspasaron 10 millones en 2009 a un depósito en Suiza a nombre del magnate de seguros, también venezolano, Omar Farías, que ya está imputado por este caso.
Rodríguez Cabello ingresó, a través de la cuenta a nombre de la sociedad Highland Assets Corp, 121,3 millones de la ingeniera china Sinohydro Corporation Ltd.
Se trata de un gigante con presencia en 72 países, adjudicatario de 2 fases de la planta termoeléctrica La Cabrera, en el estado Aragua, una obra que costó 603 millones de dólares.
En esa cuenta también ingresó dinero de las compañías China Machinary Engineering Co (70,5 millones de dólares), Shandong Kerui Petroleum Equipment (17,1), Cici Venezuela (25,1) y Yutong Hong Kong Limited (11,8), dentro de un contrato firmado en 2010 entre los gobiernos de ambos países.
De esta manera, las ingenierías consiguieron jugosos contratos en Venezuela y el grupo corrupto los habría exprimido para hacer caja.
Vida de lujos
La investigación, hecha por El País, reseña que el presunto testaferro pagó con parte del botín la vida de lujo que tenían los integrantes de la red.
Por ejemplo, una de sus cuentas habría servido para pagar facturas por un monto de 604.034 dólares del hotel Four Seasons George V de París entre los años 2009 y 2010.
“Diego Salazar habría disfrutado de las estancias en este establecimiento con amplias suites con vistas a la Torre Eiffel y tres restaurantes que suman 5 estrellas Michellin, según los documentos”, escribió el diario español.
Y el presunto testaferro también costeó desde esa cuenta facturas de 307.889 dólares en la tienda francesa de vinos Lavinia y de 553.923 dólares en el hotel Ritz.
El nombre del empresario también ha figurado como representante en uno de sus depósitos con la venezolana Estíbaliz Basoa, que ingresó 6,4 millones de dólares; y con el ingeniero José Enrique Luongo, que ingresó 21 millones de dólares.
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